Daniela, quien logró curarse de una leucemia mieloide aguda, aseguró que su vida "se convirtió en un gran viaje" a la vez que decidió contar su historia para concientizar sobre el diagnóstico precoz y la donación de médula ósea, para que más personas tengan la oportunidad que tuvo ella. "Mi diagnóstico parecía una sentencia de muerte, pero se convirtió en una gran puerta hacia una vida mejor", señaló, para luego afirmar: "Mi vida se convirtió en un gran proyecto, un gran viaje, a partir de la convicción de dejarles a mis hijos un legado grande, enseñándoles el mundo, otras culturas, formas de vivir, pero, sobre todo, compartiendo mucho tiempo juntos". Daniela reveló además que "no le temía a la muerte" sino que le "angustiaba" no estar con sus hijos Mora y Dante, quienes en 2009 cuando ella se enfermó, eran pequeños. "Muchos como yo tuvieron leucemia y luego estudiaron, viajaron, llenaron su vida de proyectos, tuvieron hijos y su vida siguió adelante. Ojalá quienes están pasando por una enfermedad así vean que se puede", aseveró. Daniela contó que en una guardia médica le dijeron que su estado febril y débil era porque "estaba amamantando", pero tras meses de fiebre, infecciones, médicos y guardias llegó a Fundaleu. "Sentía miedo, pero puse lo mejor de mí y pregunté ‘¿qué tenemos que hacer?’, convencida de que hacer es movimiento, lo contrario a la quietud de la muerte. Ustedes hagan todo lo bueno que saben hacer y yo pongo la voluntad para que funcione", comentó. Daniela remarcó que no hubiese podido dejar atrás la leucemia sin el equipo de médicos, enfermeros, psicólogos, nutricionistas, laboratoristas y todos los que hicieron que el servicio que brindan funcione, por lo que estará profundamente agradecida con todos para siempre. "Yo no le temía a la muerte mientras estaba internada, lo que me angustiaba era no estar con mis hijos, haber dejado de darle de mamar a Dante o haberme perdido el inicio de segundo grado de Mora", relató. En ese sentido añadió: "La psicóloga del equipo, Lourdes, me sugirió focalizar mis energías, justamente, en verlos a ellos

Entonces, pedí una computadora, prometí no googlear nada referido a mi enfermedad y me puse a organizar un viaje en familia para cuando me curara". Luego de tres internaciones con quimioterapia, manejo de infecciones y muchas situaciones complejas, logró salir adelante luego de que le realizaran un autotrasplante de médula ósea y, si bien cada año debe ir a controles de rutina, Daniela tiene una vida normal. KDV/JA (Noticias Argentinas)