Paula Wachter: Estaba preparada para que las agresiones vengan de afuera, no de adentro

Paula Wachter, quien hace mas de 10 años a partir de su experiencia personal decidio fundar la organizacion Red por la Infancia para ayudar a niñas, niños y adolescentes victimas de violencia sexual, aseguro que "estaba

D-Interés 19 de noviembre de 2022 Agencia Télam
(Por Evangelina Bucari) Paula Wachter, quien hace más de 10 años a partir de su experiencia personal decidió fundar la organización Red por la Infancia para ayudar a niñas, niños y adolescentes víctimas de violencia sexual, aseguró que "estaba preparada para que las agresiones vengan de afuera, no de adentro del ámbito familiar".
En diálogo con Télam, Wachter recordó con detalles las horas previas a que, como ella dice, "se abriera un abismo frente a sus pies" cuando hace 13 años, el 7 de junio de 2009, alguien de su familia le contó que era víctima de abuso sexual por parte de su progenitor.
Entre el horror, el miedo y la culpa, en ese instante recordó una frase: "Ten calma, sé paciente, sé firme en tu fe y en tu deber. No ocurrirá nada que no te conduzca a tu último destino. Dios tiene un plan único para cada individuo, su sabiduría es suprema, no te atrevas jamás a cuestionarla. Que Dios te bendiga".
Según contó a Télam, esas palabras las había leído 24 horas antes, en un libro que se le cayó en la cabeza mientras ordenaba la biblioteca. Había quedado abierto en una página con aquellas palabras, que le llamaron tanto la atención que las anotó. Desde entonces, se convirtieron en su mantra y su sostén.
Durante todo este tiempo, Paula batalló por esa causa, pero también pudo transformar una historia de mucho dolor en una misión de cambio social, ayudando a otras familias que habían atravesado una situación de violencia sexual contra sus hijos o hijas y no sabían qué hacer frente a uno de los delitos más subreportados, invisibles e impunes.
En ese camino, Wachter fundó Red por la Infancia, una organización que además de brindar asesoramiento, acompaña y promueve cambios claves para la legislación.
Por su tarea, la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires decidió reconocerla como Personalidad Destacada en el ámbito de los Derechos Humanos. Pero como en las historias de lucha los sinsabores conviven, Paula aún no logró justicia, en un caso atravesado como tantos otros por una mirada judicial misógina y falta de perspectiva de género e infancias.
"Cuando me enteré lo que pasaba en mi familia fue como si se abriera un abismo frente a mis pies. Hace 13 años, no me imaginaba estar hoy en esta situación, pero tampoco me imaginaba que esto podía pasar", dijo la mujer.
Y añadió: "En ese momento, para mí el abuso sexual era algo tan ajeno y tan improbable que sucediera; no en mi círculo cercano ni a mí: en el mundo. De esto no se hablaba. Yo estaba preparada para que las agresiones vengan de afuera, no de adentro. Eso fue el primer cimbronazo, porque dejás de mirar el mundo de la misma manera".
"Nos quedan años luz por avanzar, pero ahora hablamos del tema, entendemos de qué hablamos cuando hablamos de abuso. Es un tema de la agenda. Si algo hizo este colectivo, y me siento plena al saber que soy parte, es que hoy podemos hablar de este tema que le sucede a 1 de cada 5 niñas y 1 de cada 13 niños. No es un problema aislado, es más frecuente de lo que imaginamos y el 70% de los abusos suceden en el entorno cercano", afirmó la activista por los derechos de las infancias.
Tras ser reconocida por la Legislatura porteña, Wachter aseguró que tuvo "el privilegio de transformar una historia de profundo dolor en una misión de cambio social. Siempre digo que no elegís lo que te pasa en la vida, pero sí qué vas a hacer con eso que te pasó. Y esa decisión no es única, no se toma una sola vez".
"Tampoco se hace en soledad, sino que me percibo como un eslabón más de una red creciente de personas que todos los días nos abocamos a visibilizar una realidad que duele, pero de la que nos tenemos que ocupar. El abuso afecta el presente de ellos niños e hipoteca su futuro. Es tarea de todos involucrarnos y actuar", añadió.
Al ser consultada sobre qué hizo cuando se enteró de ese caso cercano, la fundadora de la ONG señaló que "el primer shock, el primer impacto, fue escuchar el relato. Son como hitos que no se me van a olvidar nunca, porque me abrió la puerta al horror, a lo siniestro. Yo nunca dudé. Obviamente, primero viene una gran culpa: cómo no me di cuenta, cómo no pude evitarlo, cómo no lo vi".
"Ahí tuve una gran culpa por no haber tenido las herramientas, el conocimiento. Yo protegí de los peligros que conocía. El peligro puertas adentro era impensado para mí. Ni sabía de qué estar alerta. Por eso siempre hago hincapié en dar pautas a la gente. Todos tenemos que saber cuáles son los signos para que se prendan las alarmas", continuó.
Asimismo, Wachter contó: "El segundo impacto llegó cuando consulté a un especialista. Pensé que quizá no había entendido bien, que quizás podría ser un error, todas esas cosas que uno piensa como mecanismo de protección frente al horror".
"Pero lo fuerte fue cuando la especialista me pide que haga una lista de los síntomas que veía y detecté: fracaso escolar, enuresis, encopresis, ansiedad, conductas regresivas, ansiedad de separación. Me acuerdo que me hizo anotar todo y me dijo: "Paula, están todos los indicadores inespecíficos de abuso sexual presentes". O sea, como si me dijeran que había un elefante que yo no estaba viendo, oculto a plena luz. Cómo no lo vi. Una culpa que me costó años poder trabajar", relató.
Y luego explicó que su reacción frente a ello fue como "una sensación de aturdimiento, de que creo pero no quiero creer, porque el mundo como lo conoces se te cae a pedazos. Cuando la vida te golpea así de fuerte está bueno no tomar decisiones impulsivas. Y yo tengo esa habilidad de supervivencia".
"Así que lo primero que hice fue tratar de entender lo que estaba pasando. Recién ahí me animé a hacer la denuncia. Entendí que de ahí no se volvía, que rompía mi familia para siempre. Al día de hoy les aconsejo lo mismo a los adultos responsables que están en esa situación: hay que ser muy prudentes en los pasos que se toman y nunca perder el norte, el eje de toda intervención tiene que ser proteger a las víctimas y procurar su sanación. Con la denuncia se abre un camino muy largo, muy doloroso", sostuvo.
Tras señalar estas situaciones, la referente en el tema habló de lo que pasó en el seno familiar y de sus amistades en relación a los abusos, y señaló: "Al principio no lo conté mucho, no por vergüenza, sino porque antes quería yo entender mejor todo. Pero nunca dudaron de mí, nadie nunca dudó. Fueron años muy, muy difíciles, muy dolorosos".
"La reparación y la sanación tiene que ser un proceso personal de poder poner en palabras, de entender que ha sucedido una tragedia, pero que se puede elegir entre que esa herida y ese dolor te fagociten o que sea un elemento a partir del cual uno puede sanar y redefinir su vida", sentenció.
El 19 de noviembre es el Día Mundial para la Prevención del Abuso Sexual de niñas, niños y adolescentes, y Wachter cree que debería ponerse el foco en políticas de prevención.
"Creo que en este tema estamos en un punto donde todavía no salimos del horror para pasar a la acción. Tenemos las leyes. Siempre son mejorables, por supuesto, pero están. Necesitamos una buena política, una política de prevención a nivel nacional, federal, con presupuesto adecuado para implementarla y que el sistema dé respuestas", afirmó.
En conclusión, Paula aseguró: "Son discusiones que tenemos que empezar a dar de una manera constructiva, para ser agentes de cambio. No puede darse más un proceso judicial de esta naturaleza, no puede ser un elefante en un bazar que termina de romper lo que no rompió el agresor". (Télam)
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