La Justicia de Mar del Plata investiga el robo del cadáver de un bebé de cuatro meses que fue sepultado el 4 de julio último en el cementerio de la ciudad bonaerense de Miramar, informaron hoy fuentes judiciales.
La denuncia la realizó la madre del bebé fallecido al ver que la tumba estaba removida, por lo que la policía exhumó el féretro y verificó que estaba vacío.
El hecho es investigado por la por la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 5, a cargo del fiscal Alejandro Pellegrinelli, quien ordenó a la subdelegación de Miramar el inicio de diligencias para establecer lo ocurrido.
Un primer rastrillaje en el cementerio y alrededores permitió a la policía hallar ropa de bebé, la que ahora será analizada para saber si es la que llevaba puesta cuando lo sepultaron.
Según consta en la denuncia, la madre fue el 7 de julio al cementerio de Miramar y observó que la sepultura había sido removida.
La mujer dijo que tuvo el presentimiento de que algo había pasado con el cuerpo de su hijo, por lo que hizo la denuncia y pidió su exhumación, que se realizó en la tarde de ayer y entonces verificaron que la tumba estaba vacía.
La tarea estuvo a cargo de personal del cementerio y un equipo policial comandado por el comisario Paulo Rodríguez, y fue presenciada por la madre y el padre del bebé, que obtuvo para ello un permiso para salir de la cárcel de Batán, donde está preso por comercialización de estupefacientes.
Fuentes de la investigación indicaron que ya avanzaron con varias diligencias, como la recopilación de algunos testimonios, y de prendas de vestir en las afueras del cementerio que ahora deberá constatarse si pertenecían al bebé.
También señalaron que la profanación de una tumba no constituye un delito en sí mismo, salvo que haya otras circunstancias involucradas como el reclamo de dinero, por lo que la Justicia intenta avanzar en esa línea para determinar el grado de la investigación o de algún culto religioso.
Durante el 2017 desaparecieron los cuerpos de dos niños pequeños sepultados en el cementerio de la localidad bonaerense de Otamendi.
El primero de los casos se trató de los restos de un niño de dos años, que había aparecido mutilado en inmediaciones de un arroyo sobre la ruta 11, entre Miramar y Mar del Sud.
En tanto el segundo caso partió de la profanación de la tumba de un bebé de 18 meses, cuyo cuerpo nunca apareció. (Télam)