El legado arquitectónico de la avenida diagonal porteña Roque Sáenz Peña es sólo una parte de la extensa presentación realizada por Argentina ante la Unesco para conseguir que se designe a las ciudades de Buenos Aires y La Plata como Patrimonio Cultural de la Humanidad.
La presidenta de la Comisión Nacional de Monumentos, Teresa Anchorena, comentó a Télam que se trata de un proyecto que se presentó en febrero de 2018 "después de un año de trabajo y que ya fue aceptado para la lista tentativa de Patrimonio" de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
"Ahora estamos trabajando junto al gobierno de la ciudad, la municipalidad de La Plata y el gobierno de la provincia de Buenos Aires en el detalle del proyecto que será presentado en febrero de 2020", apuntó.
Anchorena, descendiente de Joaquín, intendente porteño entre 1910 y1914 y uno de los impulsores de la apertura de la popularmente llamada Diagonal Norte, dijo que esa avenida fue un "proyecto muy innovador" y que quienes la recorren "quedan sorprendidos por el trazado y por los edificios".
La primera vez que la Unesco incluyó en su lista de Patrimonio Mundial a un sitio de Argentina fue en 1981, cuando declaró como tal al Parque Nacional Los Glaciares, en la provincia de Santa Cruz.
Desde entonces, se sumaron otros diez lugares: el Parque Nacional del Iguazú (1984), las Ruinas de las Misiones Jesuíticas Guaraníes (1984), la península de Valdés (1999), la Cueva de las Manos del Río Pinturas (1999), la Manzana y estancias jesuíticas de Córdoba (2000) y los Parques naturales Ischigualasto y Talampaya (2000).
Ya en este siglo, se sumaron la Quebrada de Humahuaca (2003), Qhapac Ñan, el sistema vial andino (2014), la obra arquitectónica de Le Corbusier (2016) y el Parque Nacional los Alarces (2017). (Télam)