Cultivar, nutrir, preservar. Juntos. Nuestras acciones son nuestro futuro

Por Carmelo Gallardo, especialista en Seguridad Alimentaria a cargo de la Organizacion de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentacion en Argentina.

Argentina 15 de octubre de 2020 Agencia Télam
Por Carmelo Gallardo, especialista en Seguridad Alimentaria a cargo de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) en Argentina.

Como cada año, el 16 de octubre se celebra el Día Mundial de la Alimentación, un día para sensibilizar sobre la importancia de que toda la población mundial pueda acceder a una dieta saludable, incluso en medio de perturbaciones sin precedentes como la crisis actual originada por el coronavirus.
Esta crisis sanitaria y socioeconómica mundial, vinculada a la pandemia, nos obliga a redoblar los esfuerzos de ayuda a las poblaciones más vulnerables, que son las que más están sufriendo sus efectos, pero también a reconocer que el acceso a alimentos inocuos y nutritivos es una parte esencial de la respuesta y prevención a la Covid 19.
El lema de este año es el que aparece en el título de esta columna, y nos invita a todos y a todas a involucrarnos según el rol que tengamos en el sistema alimentario, porque nuestras acciones de hoy marcan nuestro futuro. Por supuesto, también apela a quienes no se preocupan por el tipo de comida que consume, o no les interesa cómo ha llegado a su supermercado o a su restaurante favorito, porque estamos juntos en el mismo planeta, lo queramos o no, nos demos cuenta o no.
La Argentina es un país con unos recursos naturales y una capacidad para producir alimentos reconocidos a nivel mundial, pero también es un país en el que la malnutrición (por defecto y por exceso) es un problema relevante reconocido por el Estado.
La Encuesta de la Deuda Social Argentina (EDSA) revela que, entre 2010 y 2019, se incrementó la inseguridad alimentaria de un 15,6 % a un 22,1% en el conjunto de la población argentina.
Si observamos lo que acontece en los niños y niñas de 0 a 4 años, la Encuesta Nacional de Nutrición y Salud (Ennys) nos informa que en 2018-2019 casi el 8% de ellos tenía desnutrición crónica, esto es, un retraso en su crecimiento. Y los niños que tienen sobrepeso y obesidad llegan al 13,6%. Es esperable tener esas cifras si la misma Encuesta nos dice que el 46% de los niños y niñas de 2 a 12 años suelen mantener patrones alimentarios inadecuados o insuficientes comparados con las recomendaciones de las Guías Alimentarias para la Población Argentina (GAPA).
La buena noticia es que el Gobierno está ejecutando una política pública para mejorar la situación, en el marco del Plan Nacional Argentina contra el Hambre. Según la EDSA, entre 2010 y 2019, la proporción de niños, niñas y adolescentes que reciben asistencia alimentaria se incrementó de un 26,1% al 39,9%. Y los programas públicos, a raíz de la pandemia, están aumentando la cobertura y sobre todo diversificando sus objetivos: no sólo el acceso a los alimentos es importante, también su producción y su calidad nutricional.
Para superar tantos desafíos, los Ministros de Agricultura y altos funcionarios de los Estados Miembros de la región debatirán y marcarán a la FAO sus prioridades en la próxima semana, en la 36ª Conferencia Regional de la FAO para América Latina y el Caribe.
Ahora más que nunca, la solidaridad es clave, entre los países y al interior de cada uno de ellos.
Ahora más que nunca, nuestras acciones son nuestro futuro para cultivar, nutrir y preservar juntos.
(Télam)
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