Con un nuevo acceso directo a la estación Facultad de Medicina del Subte D, espacios de estudio, cuatro cines, locales de comida y cervecerías, entre otras comodidades, la Plaza Houssay ofrece, desde hoy, una imagen renovada.
La plaza, que se abre entre las calles Junín, Córdoba, Uriburu y Paraguay, tiene, a su vez, 2.730 metros cuadrados de paseo abierto que conectará las facultades de Economía, Medicina, Farmacia y Odontología de la UBA.
Además, la obra incluye un anfiteatro natural con inclinación de uno de los sectores de la plaza hacia el centro, patios abiertos que aportarán luz natural, una estación saludable y una nueva estación de Ecobici sobre la calle Junín.
También se realizó una puesta en valor de la Iglesia San Lucas, del espacio destinado a la feria de artesanos y de los puestos de libros que están sobre la calle Paraguay.
En el primer subsuelo, al que se accede por la avenida Córdoba, funcionará el patio con locales de comidas y cervecerías que estarán abiertos hasta las 23, las cuatro salas de cine y el acceso directo a la estación Facultad de Medicina del Subte D.
El rector de la UBA, Alberto Barbieri, consideró que "es una alegría ver que esta plaza se vuelve a integrar a la vida universitaria y no con el concepto del último diseño de la época de la dictadura militar, que buscaba que los estudiantes no estuvieran en la plaza".
"Acá va a haber más de 180.000 personas relacionadas con la UBA, además de los vecinos de la Ciudad", completó.
Según el Gobierno porteño, la obra beneficiará a más de 328.000 vecinos.
"Con esta obra, al espacio verde que ya teníamos en esta plaza le estamos sumando 1.300 metros cuadrados para que todos, estudiantes y vecinos, puedan acercarse a leer un libro, tomar mate o estudiar", destacó el jefe de Gabinete porteño, Felipe Miguel.
También señaló que se agrandó el Campus BA "para que más estudiantes se acerquen y compartan un momento aprovechando los servicios de wi-fi y la presencia de la Dirección de Juventud, que los asesorará en la búsqueda de empleo".
"Esta transformación de la iluminación, pero también de la actividad, hace que la zona sea más segura, y se incluyó también una exigencia obligatoria para los comercios cercanos, que tendrán que estar abiertos como mínimo hasta las 23", agregó el funcionario.
Rodolfo, dueño de una librería situada sobre la calle Junín, dijo a Télam que "es muy importante darle valor a este espacio, que siempre fue muy oscuro y peligroso".
"Costó mucho este tiempo con tanta obra y cortes, pero sabíamos que iba a valer la pena, mejorar el lugar y atraer más gente", se alegró.
Por su parte Gastón, estudiante de Oftalmología, destacó: "Este lugar era un desastre, de noche se convertía en una boca de lobo que a todos nos daba miedo cruzar. Espero que con estos cambios sea más lindo y seguro".
"Para mí esto va a generar mucho movimiento y nos va a servir a todos. El lugar está hermoso y estaría bueno que nuestros puestos también sean más lindos", expresó María, que desde hace más de seis años vende sus artesanías en la plaza.
Finalmente, la playa de estacionamiento, con lugar para 600 automóviles, continuará funcionando en el segundo subsuelo, completaron las autoridades. (Télam)