Organizaciones ambientalistas alertaron que la caza indiscriminada de zorros y pumas en la Patagonia, en combinación con otras condiciones ambientales, pueden hacer crecer la población del ratón colilargo transmisor del hantavirus, aunque desde la Secretaría de Ambiente aseguraron que "no hay indicios de disminución de esos predadores".

El presidente de la Asociación Amigos de los Parques Nacionales (AAPN), Norberto Ovando, aseguró hoy a Télam que si bien los zorros, pumas y gatos de la cordillera no son especies en riesgo de extinción, su "situación es complicada porque son matados de forma indiscriminada" con el argumento de que atacan al ganado ovino.

"Menos pumas, zorros y rapaces es igual a más ratones y hantavirus", explicó el titular de AAPN, que es profesor de biología y experto de la Comisión Mundial de Áreas Protegidas (WCPA).

Sobre el ratón colilargo, Ovando dijo que es una especie autóctona que en algunos pocos casos pueden ser transmisor de enfermedades como el hantavirus, algo que podríamos evitar si investigamos y actuamos previamente".

Un brote de hantavirus que comenzó a inicios de diciembre en la localidad de Epuyén, en Chubut, donde circula el tipo de virus Andes, provocó 11 muertos en la provincia, que reporta hasta hoy 30 contagios.

Y recordó que el ratón tiene por predadores naturales a los aguiluchos, búhos, lechuzas, el hurón, los gatos silvestres, el puma y el zorro; todas especies que suelen ser combatidas por el hombre en atención al presunto perjuicio que causan a sus actividades productivas.

"Sólo en la provincia de Río Negro, el año pasado se mataron 5 mil zorros", precisó e indicó que las rapaces "también están muriendo envenenadas" porque se alimentan de carroña de animales envenenados o de cebos.

Incluso, la caza de estas especies es incentivada en esa jurisdicción desde el estado provincial a través de la ley 763/72 que obliga a los productores a luchar "contra las poblaciones de animales silvestres circunstancialmente perjudiciales para la ganadería y la agricultura" y establece el pago de un "estímulo" económico "por los cueros y pieles producto de su control".

La acción de predadores como controladores biológicos del ratón es clave en momentos como éste, que se produce una floración masiva de la caña colihue en el noroeste del Parque Nacional Nahuel Huapi, algo que ocurre "cada 30 ó 60 años" y que provoca "un crecimiento explosivo" de la cantidad de roedores por sobreabundancia de alimento, según el experto.

"Cuando los depredadores no lo atacan y tienen mayor alimentación, la cantidad de ratones automáticamente sube al doble", añadió.

En tanto, el secretario de Política Ambiental de la Secretaría de Ambiente de la Nación, Diego Moreno aseguró que "no hay indicios de una disminución de pumas y zorros" en la Patagonia (Ver recuadro).

Por su parte, la coordinadora del programa de Clima y Energía de Greenpeace, Laura Vidal, aseguró a Télam que "el puma y el zorro no deberían ser envenenados ni la caza promovida por ningún tipo de legislación", no sólo porque de esta manera se está interviniendo en la cadena trófica con consecuencias desconocidas, sino porque "el crecimiento del roedor puede ser mayor si en la próxima floración (de la caña colihue), cae la población de predadores".

No obstante, Vidal aclaró que en la actual la floración "no aumentó la densidad del colilargo como se esperaba" y que por lo tanto "no está demostrada una relación" entre este episodio -"sólo indirectamente vinculado con el cambio climático"- y el comportamiento de la cepa Andes Sur del Hantavirus.

"Además, un factor como la deforestación, que en el noroeste va desplazando el área endémica haciendo que las variedades del virus se desplacen, no está impactando en el sur donde la presencia del roedor está ligada con la caña colihue", dijo.

La enfermedad que es endémica en varias regiones de Argentina, se contagia por aerosolización de las secreciones del ratón infectado, y también de persona a persona por vía aérea. (Télam)