Una de las conclusiones de la encuesta sobre uso de cannabis medicinal en pacientes oncológicos de un hospital público tucumano es el "deficiente control de calidad del producto", lo que sumado a la automedicación, la falta de evidencia científica "sólida" para el tratamiento de síntomas y las potenciales "interacciones medicamentosas", es causa de "alarma" para los investigadores dado que "más del 80 % aconsejaría consumirlo".
La encuesta realizada a mediados del año pasado en el servicio de oncología del Hospital Centro de Salud Zenón Santillán, presentado durante un encuentro de la Asociación Argentina de Oncología Clínica (AAOC) en Buenos Aires, reveló que en el 77% de los casos los encuestados consumieron aceite de cannabis que carecía de "datos de dosificación".
Es que el 81% accedió por "compra particular", el 17% por "donación" y sólo el 2% "lo compró en una farmacia".
En diálogo con Télam, el jefe del servicio de Oncología del Hospital y uno de los responsables de la investigación, José Zarba, explicó que en el caso de las farmacias son locales "donde hacen preparados" y en principio "resultaría más confiable pero no hay certeza de si es sólo una boca de expendio o lo preparó el farmacéutico".
"Cualquier medicamento para ser comercializado tiene que estar certificado y adherir a guías de buenas prácticas de manufactura que son internacionales, pero lo que le pedimos a cualquier otro, al cannabis no se lo estamos pidiendo. Y eso genera resistencia en los médicos que no sabemos qué está recibiendo el paciente, con qué concentración ni cómo se debe prescribir", dijo.
(Télam)