Advierten que cayo el 60% el numero de taxis y crece el reclamo de subsidios al Gobierno porteño

Choferes y referentes gremiales advirtieron por la caida del 60% en el numero de taxis que circulan en la Ciudad de Buenos Aires, razon que atribuyen en buena parte al impacto economico de la pandemia en el distrito, y

Argentina 05 de febrero de 2022 Agencia Télam
(Por Romina Calderaro) Choferes y referentes gremiales advirtieron por la caída del 60% en el número de taxis que circulan en la Ciudad de Buenos Aires, razón que atribuyen en buena parte al impacto económico de la pandemia en el distrito, y denunciaron que el Estado porteño es renuente a brindarles asistencia.
Después de la pandemia, y según dijeron a Télam distintos referentes del gremio y los propios taxistas, hay un 60% menos de vehículos de los que podrían estar en actividad. Hoy, por las calles porteñas circulan unos 15.000 taxis, cuando hace unos años eran 38.000. En tanto, la espera por parte de los pasajeros se incrementó hasta llegar a unos 40 minutos en horarios pico.
La actividad de los taxistas está en "emergencia" y, conforme advierten los voces más pesimistas, con riesgo de extinguirse más temprano que tarde, por varias causas.
Ocurrió que ingresaron al país las aplicaciones ilegales, pero también que durante la pandemia muchos choferes y dueños migraron a otras actividades porque se volvió carísimo mantener el auto sin recaudar lo necesario por la crisis sanitaria.
El taxi es el único servicio de transporte público que no recibe ningún subsidio del Estado. De hecho, todos los consultados por Télam dijeron sentirse "abandonados" por el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, a quien endilgan no haber dado respuesta a sus reclamos.
La diputada nacional Mara Brawer (FdT) presentó un proyecto para que los licenciatarios puedan acceder a un auto 0 kilómetro de industria nacional con exenciones impositivas que tiene chances de salir y estaría consensuado con Juntos por el Cambio, pero mientras tanto el sector está en terapia intensiva y los que más sufren son los denominados peones de taxis.
Fabián Gustavo Buzzurro ya pasa largamente los 50 años y tiene décadas como taxista. Pero alquila el auto. Le encantaría vivir sólo como tachero, pero aseguró que no puede.
Cada día, le tiene que dar 6.300 pesos al dueño del auto para que se lo dé para trabajar. "El costo del alquiler lo hago en 13, 14 horas. Si tengo suerte, en 12. Pero tengo 1.000 pesos de gas y 1.000 de comida. Eso me lleva a gastar unos 8.000 pesos por día aunque trabaje 15 horas porque lo que me queda de ganancia, me paga el viaje de ida y vuelta a mi casa", contó. Su segundo trabajo es como encargado en un garaje en el barrio porteño de Flores. Es el que le permite pagar los gastos fijos.
Fabián duerme dos horas por día. Sabe que sobrevive, que la suya no puede denominarse una vida. Dijo a esta agencia que muchos de sus compañeros peones pasaron a trabajar en aplicaciones, que a su modo de ver -que comparten todos los consultados- son las que van a extinguir la actividad del taxi en CABA si el Estado no hace nada al respecto.
Aunque los gremios reconocen que a un peón de taxi se le cobra en promedio entre 4.500 y 5.000 pesos el alquiler del auto por día, según el convenio colectivo de trabajo debiera funcionar de otro modo: el chofer le tendría que dar al dueño al final del día el 35% de la recaudación.
Marcelo Mezotero, integrante de la Asociación de Taxistas de Buenos Aires, puso la crisis en números. "El Parque Automotor de CABA tiene 38.000 licencias y 25.000 renovadas. Son números aproximados. Creemos que unos 10.000 autos dejaron de trabajar, eso es alrededor de un 60% menos", explicó a Télam.
El tema de las aplicaciones ilegales como Uber lo obsesiona y esta semana hubo otra movilización para pedirle al gobierno de CABA que las combata: "El sistema de aplicaciones fuga cientos de millones de dólares que podrían ir, por ejemplo, a vacunas. Es impresionante. Vos hacés un viaje de 1.000 pesos y el 30% va a la aplicación. Y Larreta tiene un discurso ambigüo, dice que son ilegales, pero no las combate".
Mezzotero hizo hincapié en que el taxi es el único medio de transporte público que no recibe subvenciones del Estado. En ese sentido, se mostró ilusionado con que prospere el proyecto de ley que inició Daniel Filmus, cuando ejerció como diputado nacional, y continuó Brawer para la modernización de la flota de taxis en la Ciudad.
Una noche, cuando Inácio Lula De Silva, vino a Buenos Aires, Brawer cenó con el expresidente de Brasil y su mujer, y ambos se ofrecieron a llevarla de regreso. Ella declinó amablemente la oferta, convencida de que en la avenida Las Heras iba a conseguir un móvil enseguida. Después de todo, en Buenos Aires, cafés y taxis sobraban, dijo haber pensado en aquella ocasión. "Caminé y caminé por las Heras y no conseguía. La flota de taxis a partir de la crisis económica en la pandemia se redujo a la mitad", agregó a Télam.
Pero no se quedó sólo en la queja: presentó un proyecto que se trató en comisión el día en el que Juntos por el Cambio decidió no dar quórum para la ley de Etiquetado Frontal y ahora la comisión se tiene que reunir de vuelta porque la aprobación perdió vigencia, pero dice la legisladora que está consensuado con la oposición.
Consiste en que las y los licenciatarios de taxis, tanto personas físicas como jurídicas, puedan acceder a un auto 0km de industria nacional con exenciones impositivas. Es un beneficio del que los taxistas podrán hacer uso una vez por año y la ley tendrá una vigencia de 6 años.
"Tiene tres fines; en primer lugar, apoyar a los taxistas en este duro momento que atraviesa el sector; en segundo lugar, estimular la prestación de un servicio seguro para la ciudadanía y por último beneficiar a la industria automotriz nacional", afirmó.
Mezzotero sostuvo que la "primera pandemia" fue la introducción de las aplicaciones ilegales durante el macrismo, a la que siguieron otras dos: la crisis económica en tiempos de Cambiemos y la pandemia de coronavirus. Ahí hubo un quiebre y se empezó a notar mucho más fuertemente que en la Ciudad faltaban taxis.
Aunque los taxistas fueron considerados trabajadores esenciales desde el principio de la irrupción de la Covid-19, muchos dueños argumentaron que dejaron de alquilar el auto porque durante un buen tiempo bajó la demanda y no les rendía. Algunos decidieron migrar a las aplicaciones y hubo una cantidad importante de choferes que resolvieron dedicarse a otras actividades.
En ese sentido, es de larga los reclamos y protestas de los taxistas contra las aplicaciones de transporte de pasajeros como Uber o Cabify, por considerar que no pagan los mismos impuestos que ellos, que practican la competencia desleal, que no ofrecen seguridad al pasajero y que fugan el dinero que ganan fuera del país. Judicializaron sus demandas, pero hasta ahora las aplicaciones siguen funcionando.
Lo cierto es que después de que en un primer momento las aplicaciones seducían con sus precios, hoy suele ser más económico viajar con el tradicional auto negro y amarillo. (Télam)
Te puede interesar
Populares

Suscríbete al Resumen de Noticias para recibir periódicamente las novedades en tu email