Las defensas de los 10 imputados por el crimen de Mario Agustín Salto, el niño de 11 años que fue secuestrado, violado y descuartizado en la localidad de Quimilí, a 220 kilómetros al sureste de la capital provincial, apelaron sus procesamientos, informaron fuentes judiciales.
Voceros judiciales informaron que el abogado penalista Hugo Frola apeló los procesamientos dictados por la jueza Rosa Falco para Miguel Ángel "El Brujo" Jiménez (58), acusado de ser el autor intelectual del crimen, y su esposa, Arminda Lucrecia Díaz (57), docente y directora de una escuela rural de Quimilí, como "partícipe necesario de homicidio triplemente calificado".
En tanto, lo mismo hizo por el procesamiento del hijo de la pareja, de nombre Miguel Ángel, quien fue acusado del delito de "encubrimiento", aunque fue beneficiado con una excarcelación extraordinaria.
También fueron apelados los procesamientos ordenados contra Rodolfo "Rody" Sequeira (45), acusado del secuestro del niño; Daniel "Chicho" Sosa (23), quien inicialmente declaró como un testigo de identidad reservada, y Ramón "Burra" Rodríguez (59), que cumple prisión domiciliaria por razones de salud.
Idénticos planteos judiciales fueron realizados por los procesamientos de Pablo Ramírez, María Montes y los hermanos Daniel y José Ocaranza, en todos los casos por "encubrimiento".
Asimismo, se dieron por finalizados los exámenes de ADN a vecinos de dos pueblos cercanos, que se suman a las más de 3.000 muestras extraídas el año pasado para intentar comparar con el patrón genético del supuesto autor de la violación y el crimen.
Las muestras fueron enviadas al Laboratorio de Genética de los Tribunales de Santiago del Estero y son comparadas con el patrón encontrado en el cuerpo y las ropas del niño de 11 años.
Los ADN realizados con anterioridad a todos los detenidos arrojaron resultados "negativos", lo que motivó reiterados pedidos de excarcelaciones de los apresados por el caso, los cuales fueron rechazados en forma reiterada, incluso por el Superior Tribunal de Justicia provincial.
La principal hipótesis de la pesquisa es que el niño fue asesinado en 2016 durante un "rito satánico". (Télam)