Una mujer reclamo ante Tribunal que la justicia busque a su hermana nacida en cautiverio

Clara Petrakos, cuyos padres estan desaparecidos desde la ultima dictadura militar, reclamo hoy a la justicia que busque a su hermana Victoria nacida en el excentro clandestino de detencion de Pozo de Banfield, y reconocio que le genera "mucha

Política 10 de mayo de 2022 Agencia Télam
Clara Petrakos, cuyos padres están desaparecidos desde la última dictadura militar, reclamó hoy a la justicia que busque a su hermana Victoria nacida en el excentro clandestino de detención de Pozo de Banfield, y reconoció que le genera "mucha impotencia y bronca" la paralización en que está la causa para hallar a su hermana.
La mujer, hija de María Eloísa Castellini y Constantino Petrakos, declaró hoy ante el Tribunal Oral Federal 1 de La Plata, que investiga los crímenes de lesa humanidad cometidos contra casi 500 víctimas secuestradas en los excentros clandestinos de detención conocidos como Pozo de Banfield, Pozo de Quilmes y El Infierno, de Lanús, entre ellas 18 mujeres embarazadas que dieron a luz en cautiverio.
Una de ellas es la madre de Clara, quien en abril de 1977 dio a luz una beba a la que llamó "Victoria", quien fue apropiada y es intensamente buscada por su hermana.
"Mis padres militaban por una sociedad más justa y el derecho a una vida digna", dijo Clara con la foto de su madre colgando del cuello al iniciar su testimonio, en el que recordó a sus abuelas y a las sobrevivientes Adriana Calvo y Cristina Comandé, ambas fallecidas, quienes le ayudaron a reconstruir lo ocurrido con su madre tras su secuestro el 11 de noviembre de 1976, cuando salía de dar clases de música en un jardín de infantes de la localidad de Libertad, partido de Merlo.
La mujer fue torturada y horas después una patota la trasladó al departamento donde vivía, con el objetivo de esperar que llegara su esposo, Constantino, para secuestrarlo también pero eso no sucedió. En la casa estaba Alejandra Castellini, su hermana, que estaba al cuidado de Clara y simuló ser la madre de ésta, lo que evitó que los policías se la llevaran. Constantino Petrakos fue secuestrado un año después.
"Según la vio mi tía, mi mamá tenía signos de picana en los pechos, la ingle y debajo de las uñas", detalló Clara, quien por los testimonios de Adriana Calvo supo que su madre dio a luz en cautiverio, que la ayudaron las compañeras de detención, entre ellas Patricia Utchansky. Con un cuchillo que facilitó un guardia cortaron el cordón umbilical de la beba y luego se la llevaron, sin que hasta ahora se tenga información sobre quién la apropió y dónde está.
"La causa por la búsqueda de mi hermana tiene más de 26 cuerpos, más de 36 cuerpos con anexos, pero veo que muchas hojas son que la causa va para un lado, va para otro, con cuestiones de competencia, son pocas hojas las que buscan a mi hermana. La causa está parada ", dijo Clara.
La mujer, con voz temblorosa, expresó que "me genera muchísima impotencia, bronca, no puedo entender a la justicia. ¿Cómo no ve lo que como víctimas necesitamos?. El tiempo no es infinito, no podemos pasar años y años sin que haya justicia, sin que encuentren a mi hermana, sin que los genocidas vayan presos".
"Quisiera mostrar esta foto. Esta foto fue tomada un mes antes que secuestraran a mi mamá, ya estaba embarazada pero no se nota porque estaba de poquitos meses. Esto es lo que destruyeron, lo que me quitaron", exclamó la mujer exhibiendo una foto de sus padres y de ella, con pocos meses de vida.
Clara remarcó que "destrozaron a mi familia, destrozaron muchas familias, no hay reparación para tanto daño y dolor, pero el Estado tiene una responsabilidad enorme para que ni esto ni nada parecido vuelva a suceder jamás".
Asimismo, cuestionó que el tráfico de bebés no esté tipificado como delito y aseguró que "la facilidad con que pudieron apropiarse de nuestros familiares fue posible porque ya había un sistema de apropiación de bebés previo a la dictadura".
"A 46 años de iniciada la apropiación de nuestros familiares sólo un tercio de ellos fueron encontrados", precisó y finalizó pidiendo "justicia, y no es justicia que una persona que realiza estos crímenes esté en su casa, el único lugar para un genocida es la cárcel".
En la audiencia también declaró la tía materna de Clara, Alejandra Castellini, quien recordó a su hermana María Eloísa como "una persona vital, alegre" y describió el impacto que sufrió toda la familia tras su secuestro.
"Sentía mucho miedo por las noches, en los primeros tiempos. Me acuerdo de pensar en mi hermana, preguntarme si tendría frío, si comería, si podría dormir. Tener una sobrina que no sabemos dónde está es también muy duro. Todos los vínculos se modificaron. Y en lo personal fui madre tarde, durante mucho tiempo no quería ser madre, me parecía que era todo muy duro y muy difícil", reflexionó.
La mujer concluyó su testimonio afirmando que "son 30 mil, fue un genocidio, no olvidamos no perdonamos y no nos reconciliamos".
También declaró el sobreviviente José Eduardo Moreno y Mónica Streger, hermana de Silvia Streger, una mujer secuestrada y desaparecida, quien reclamó mayor celeridad para la tramitación de estos juicios.
El TOF 1, integrado por Walter Venditti, Esteban Rodríguez Eggers y Ricardo Basilico, juzga por los delitos cometidos en el Pozo de Banfield y el Pozo de Quilmes al exministro de Gobierno bonaerense durante la dictadura, Jaime Smart; al exdirector de Investigaciones de la Policía bonaerense, Miguel Etchecolatz; el exmédico policial Jorge Antonio Bergés y a los imputados Federico Minicucci; Carlos María Romero Pavón, Roberto Balmaceda y Jorge Di Pasquale.
También empezó a juzgar a Guillermo Domínguez Matheu; Ricardo Fernández; Carlos Fontana; Emilio Herrero Anzorena; Carlos Hidalgo Garzón; Antonio Simón; Enrique Barré; Eduardo Samuel de Lío y Alberto Condiotti. (Télam)
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