Reporteros sin Fronteras resalto la posicion de Argentina en el ranking de libertad de expresion

La organización internacional Reporteros sin Fronteras (RSF) destacó hoy la clasificación mundial de la libertad de prensa de Argentina, que pasó del puesto 57 en 2019 al 29 en 2022, en un ranking difundido esta semana, que “da cuenta de fortalezas que los argentinos han podido construir a lo largo de cuatro décadas de democracia”.
“La Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa, elaborada por la organización internacional Reporteros Sin Fronteras (RSF), da cuenta de fortalezas que los argentinos han podido construir a lo largo de cuatro décadas de democracia, pero también expone deficiencias que se tornan estructurales”, indicó el comunicado de RSF.
En ese sentido, detalló que “dos aspectos centrales de la libertad de expresión en la Argentina remiten a logros colectivos”, ya que “la Constitución y la legislación garantizan la libertad de expresión de acuerdo a altos estándares internacionales”.
“Los denominados delitos de opinión, como calumnias, injurias y desacato, fueron eliminados del Código Penal hace años –durante la presidencia de Cristina Kirchner-. La preservación de las fuentes y el secreto profesional están ampliamente protegidos por la ley, la censura directa no está contemplada y tampoco tienen lugar exigencias administrativas abusivas para el ejercicio profesional”, remarcó el informe.
El texto firmado por el director de RSF para América Latina, Emmanuel Colombié, señaló que “el segundo aspecto que permite a la Argentina ubicarse en una posición de relativa solidez en el contexto internacional es el alto valor que tiene la libertad de expresión entre sus ciudadanos”.
“En forma creciente desde 1983, la sociedad, los periodistas, en particular, y la dirigencia democrática, en general, han demostrado capacidad de reacción ante ataques graves a la libertad de expresión”, acotó.
En este punto, Reporteros Sin Fronteras aclaró que “los derechos a la información y a la libertad de expresión enfrentan acechanzas en la Argentina, pero no hay homicidios de periodistas en lo que va del siglo, los ataques físicos graves son esporádicos, la censura se ve forzada a buscar mecanismos sutiles y no se registran encarcelamientos a causa del ejercicio profesional”.
“Ésta, lamentablemente, no es la realidad en muchos países ni la tendencia en América Latina, de allí que Argentina se ubique entre los de mejor clasificación de la región (29 entre 180 países analizados)”, apuntó.
Entre los cuestionamientos, RSF insistió en criticar “la concentración de la propiedad de los medios que es inaceptable para la pluralidad informativa. Los medios están en pocas manos y tienen intereses cruzados con negocios lucrativos en las áreas de las telecomunicaciones, la obra y los servicios públicos y la medicina privada, entre otros”.
También manifestó que “la precariedad laboral y económica torna débil al ejercicio periodístico. En las provincias más necesitadas, suele haber una nítida colusión de intereses de las autoridades políticas y las elites empresariales”.
“La publicidad oficial y privada suele ejercer una presión contraria a la libertad de expresión”, indicó y manifestó que “hace años que la confrontación política argentina deriva en un debate crispado y poco constructivo, y los medios no sólo no son ajenos, sino que contribuyen a esa cacofonía”.
RSF concluyó que “apoyada en fortalezas cruciales que el pueblo argentino supo conseguir tras el fin de la dictadura, la dirigencia tiene la posibilidad de avanzar más decididamente en el camino del derecho a la información”. (Télam)