Los vecinos de San Francisco del Monte de Oro, en el norte de San Luis, donde hay un yacimiento con un millón de toneladas en vetas de litio en roca, solicitaron la presencia del gobernador de la provincia, Alberto Rodriguez Saá, en la asamblea del jueves próximo, en esa localidad.
Carlos Camargo, ambientalista y vecino de la localidad situada a 100 kilómetros de la capital provincial, dijo que hay una gran preocupación por la posible explotación de la mina Géminis y la exploración de la de Don Gregorio, ubicadas "a escasos 600 metros" del río Juan Gómez.
"La explotación sobre la parte alta de las Sierras Centrales de San Luis, afectaría las nacientes de 5 ríos que atraviesan la localidad y a un valle muy fértil de agricultores familiares que viven en la zona y protegen el medioambiente como un recurso humano que garantiza su calidad de vida", afirmó a Télam.
Los vecinos reclaman la presencia de Rodríguez Saá por entender que los permisos de explotación, por ahora suspendidos, necesitan de una "decisión política" para que "el peligro sea erradicado definitivamente", puntualizó.
"Se trata de prevenir –sostiene Camargo- para evitar remediar, porque el recurso afectado sería el agua que es un derecho humano, nuestra flora y nuestra fauna".
Camargo señaló que los vecinos están consientes que la decisión política "no será fácil de conseguir porque la empresa concesionaria de la mina", la australiana Latin Resources, tiene "vastas áreas concesionadas" en San Luis.
Se trata de un total de 120.000 hectáreas para la explotación minera de rocas y la legislación vigente que los vecinos reconocen como buen marco legal, "tiene artículos sin reglamentar" con vacíos legales que permiten avanzar sobre los permisos ambientales que necesitan para funcionar, sostuvo.
"En 2015 logramos interponer un amparo basado en 15 puntos que violaban el digesto ambiental", recordó Camargo, al indicar que eso detuvo el avance de la explotación aunque el proyecto sigue vigente.
Aseguró que la explotación de las minas de San Francisco del Monte de Oro sólo puede hacerse "a cielo abierto" porque en San Luis "el litio está unido a la roca" y ello podría causar la desaparición de especies como la rana de panza roja, exclusiva del lugar, y de flora y fauna, porque la huella minera atraviesa bosques nativos protegidos por ley.
Rodríguez Saá, se ha declarado públicamente como enemigo de las explotaciones mineras a cielo abierto y en esa posición radica la esperanza de los vecinos. (Télam)