Piden librar oficio a Uruguay para que informe sobre uruguayos secuestrados en el pais en dictadura

La querella de Justicia Ya solicito hoy al Tribunal Oral Federal 1 de La Plata que juzga a 16 represores, entre ellos a Miguel Etchecolatz, por los delitos cometidos en los excentros clandestinos de Pozo de Banfield, Pozo de Quilmes y El Infierno,

Política 28 de junio de 2022 Agencia Télam
La querella de Justicia Ya solicitó hoy al Tribunal Oral Federal 1 de La Plata que juzga a 16 represores, entre ellos a Miguel Etchecolatz, por los delitos cometidos en los excentros clandestinos de Pozo de Banfield, Pozo de Quilmes y El Infierno, que libre oficio al gobierno de Uruguay para que aporte la información que posea sobre ciudadanos uruguayos secuestrados y desaparecidos en Argentina, quienes en cautiverio fueron indagados por represores uruguayos.
Así lo solicitó la abogada Pía Garralda, de Justicia Ya, durante la audiencia de hoy, donde se escuchó el testimonio de Graciela Sobrino y Pablo Sobrino, hermana e hijo de Guillermo Sobrino Berardi, quien huyó de la dictadura uruguaya y fue secuestrado en Argentina el 22 de diciembre de 1977, en la imprenta donde trabajaba en Capital Federal.
La hermana del uruguayo relató que su hermano había estudiado agronomía y militaba en el socialismo cuando ante la persecución del gobierno dictatorial de Uruguay decidió viajar a Argentina.
La mujer contó que por testimonios de sobrevivientes supo que su hermano estuvo secuestrado en el Pozo de Quilmes, donde era torturado por represores uruguayos, lo que consta en documentación de organismos militares y navales de Uruguay.
Ante esta información, la abogada de Justicia Ya pidió al presidente del TOF 1, Ricardo Basilisco, que se libre oficio al gobierno uruguayo para que facilite copia de la información que figure en archivos oficiales sobre Sobrino Berardi.
El hijo de Sobrino Berardi, Pablo, tenía 6 años cuando su padre fue secuestrado en Argentina. Él vivía con su padre en Uruguay, ya que el matrimonio estaba separado y hoy declaró en el tribunal.
"Durante muchos años era completamente hipersensible con este tema y no podía hablar sin ponerme mal. Hice siempre terapia, pero no llené nunca esa ausencia, me acostumbré a vivir con ese agujero", explicó.
El hombre contó que "al principio pensaba que estaba preso y lo iban a liberar en algún momento, pero llegó una época que me tuve que dar cuenta que lo habían matado y ocultado sus restos en un lugar que saben y no nos quieren decir".
"Llegué a hacer cosas complicadas con mi salud, tuve problemas de adicciones para olvidarme. Me tomó como 30 años aprender a vivir con eso", dijo el hombre.
Durante esta audiencia declaró además Adriana Chamorro, sobreviviente del Pozo de Banfield, quien relató las torturas sufridas en ese excentro, aportó los nombres y apodos de los represores y detalló los abusos sufridos y el nacimiento de los hijos de varias compañeras cautivas.
"Mary (María Asunción Artigas de Moyano) le cantaba a su hija en la panza canciones modificadas de Daniel Viglietti y el 25 de agosto de 1978 empezó a tener contracciones. Estuvo alrededor de 24 horas así y ahí llamamos a la guardia, para que baje a último momento. Y ahí nació Victoria", precisó
Contó que "Mary volvió con un frasco de Espadol y una sábana ensangrentada y nos contó que la nena nació muy nerviosa y que tenia orejas chiquitas como su padre. Le habían dicho que no le diera de mamar pero sí le dio y dijo que a las 8 vino alguien de Casa Cuna a buscar a su beba y se la quitaron".
"Mary quedó sombría, negra, se acordaba de su otra hija y lloraba. Inventábamos paseos por San Telmo y recordábamos los edificios. Era una forma de entretenernos y entretener a Mary", dijo la mujer.
Chamorro reconoció que el médico Jorge Bergés, uno de los imputados en este juicio, estaba presente en las torturas, visitaba a las mujeres embarazadas y le trajo medicación para que cubra las heridas provocadas por la aplicación de 'picana'".
También declararon en esta audiencia Oscar Herrera, sobreviviente del Pozo de Quilmes, quien sufrió además el secuestro de su madre Paz Marcia y su hermano Eduardo, quienes trabajaban en el frigorífico Swift y continúan desaparecidos.
El TOF 1, integrado por Walter Venditti, Esteban Rodríguez Eggers y Ricardo Basilico, juzga por los delitos cometidos en el Pozo de Banfield y el Pozo de Quilmes al exministro de Gobierno bonaerense durante la dictadura, Jaime Smart; al exdirector de Investigaciones de la Policía bonaerense, Miguel Etchecolatz; el exmédico policial Jorge Antonio Bergés y a los imputados Federico Minicucci; Carlos María Romero Pavón, Roberto Balmaceda y Jorge Di Pasquale.
También empezó a juzgar a Guillermo Domínguez Matheu; Ricardo Fernández; Carlos Fontana; Emilio Herrero Anzorena; Carlos Hidalgo Garzón; Antonio Simón; Enrique Barré; Eduardo Samuel de Lío y Alberto Condiotti.
Por los crímenes de lesa humanidad cometidos en el centro conocido como "El Infierno" también están imputados Etchecolatz, Bergés y Smart y el expolicía Miguel Angel Ferreyro.
En tanto, por los crímenes en el Pozo de Banfield y Quilmes, dos de los centros clandestinos de detención más grandes que funcionaron en la provincia de Buenos Aires, se juzgarán los delitos sufridos por 429 víctimas y se prevé que declaren unos 400 testigos.
Por los delitos cometidos contra 62 víctimas en el centro conocido como "El Infierno", que funcionó en la Brigada Lanús, será juzgado también Etchecolatz, el civil Jaime Smart, el exrepresor Juan Miguel Wolk (también juzgado por ambos Pozos) y el expolicía Miguel Ángel Ferreyro. (Télam)
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