El precandidato a gobernador bonaerense del Frente de Todos, Axel Kicillof, estrenó su propio búnker de campaña en el centro porteño y recalibra su estrategia para retener todos los votos que consiga la fórmula presidencial de los Fernández, de modo tal de evitar una fuga a manos de María Eugenia Vidal. Las oficinas del ex ministro de Economía, ubicadas sobre la calle Piedras y Avenida de Mayo, alberga a un reducido equipo liderado por el principal operador del ex ministro de Economía, Carli Bianco, un ex funcionario de Cancillería. Allí mapean a la provincia, cotejan datos y determinan cuáles son los distritos donde conviene hacer pie para reforzar la campaña proselitista de su jefe político de cara al último tramo antes de las PASO. Hay un fenómeno que comenzó a preocupar desde hace un tiempo, y tiene que ver con un tenue desacople en intención de voto entre la boleta de Kicillof y la de Alberto Fernández y Cristina Kirchner, de unos dos puntos a favor de ésta última. Es decir, un voto cruzado Fernández-Vidal, que en el marco de una elección muy reñida e hiperpolarizada como la que se avizora, podría significar una diferencia crucial

Advertido de esta situación, el candidato presidencial del Frente de Todos comenzará a mostrarse más asiduamente con Kicillof en recorridas por el conurbano: la primera muestra fue el lunes en Almirante Brown y Lomas de Zamora, donde compartieron recorridas y actos. En el Frente de Todos también buscan evitar que haya corte de boleta de los intendentes que perjudique a Kicillof, como el que terminó sentenciando en 2015 las chances de Aníbal Fernández, que obtuvo varios puntos menos que Daniel Scioli y que varios jefes comunales del PJ

La idea de Kicillof es ir y venir entre el interior bonaerense, donde todavía siente que no alcanzó el techo de conocimiento de adhesión, y el conurbano, que concentra el principal mercado electoral y donde se resolverá, finalmente, el resultado de los comicios. El plan incluye una delicada ingeniería en la que también interviene la otra cabeza visible de la campaña bonaerense, el líder del Frente Renovador, Sergio Massa. El primer precandidato a diputado nacional del Frente de Todos apunta sus cañones a los distritos "sin tierra", es decir, a los municipios donde el PJ no gobierna, y también a aquellos que son liderados por el Frente Renovador. Sin embargo, aparecerá junto a Kicillof y junto a Fernández cada vez que se lo requieran. Otra figura que analizan poner en rodaje durante la campaña es la de Felipe Solá, quien en las elecciones del 2015, como candidato a gobernador del massismo, arañó los 20 puntos

SH/MG/OM (Noticias Argentinas)