En su libro, Macri escribio que desde la Argentina empujaron a dirigencia boliviana durante golpe

El expresidente Mauricio Macri, que hoy fue imputado por contrabando agravado y comenzo a ser investigado por la Justicia en lo Penal Economico por el presunto envio de material represivo a Bolivia, se refirio a su propio rol frente al golpe en ese

Política 16 de julio de 2021 Agencia Télam
El expresidente Mauricio Macri, que hoy fue imputado por contrabando agravado y comenzó a ser investigado por la Justicia en lo Penal Económico por el presunto envío de material represivo a Bolivia, se refirió a su propio rol frente al golpe en ese país en un fragmento del libro "Primer Tiempo", que pone en evidencia su postura ante la desestabilización de Evo Morales y su negativa a darle asilo en la Argentina.
En ese párrafo, en la página 294, Macri mostró inconsistencias en relación a los sucesos en Bolivia, ya que por un lado plantea que la gestión de Cambiemos no quería que hubiera injerencia extranjera en la definición de la crisis pero por otro lado afirma que desde la Casa Rosada estaban "empujando" a "la dirigencia política boliviana" para que los hechos evolucionaran con determinado fin.
"Nosotros queríamos empujar a la dirigencia política boliviana a resolver su crisis manteniendo el orden constitucional y sin intervención del exterior", escribió Macri en una frase que asoma contradictoria y que el fundador del PRO utilizó como argumento para justificar por qué se negó a darle asilo político a Morales en la Argentina.
Los hechos de noviembre de 2019 en Bolivia concluyeron con el líder social y dirigente del MAS fuera del Gobierno, escondido en el departamento de Cochabamba, mientras dirigentes de ese partido eran agredidos o amenazados y el propio Morales temía por su integridad física, hasta que logró embarcarse en un avión y partir -no sin dificultades- a México junto a su vicepresidente, Álvaro García Linera, y otros colaboradores.
En el apartado en cuestión, Macri escribió que "pocos días después" de los comicios del 27 de octubre de 2019 (en los que fue derrotado por la fórmula del Frente de Todos), en Bolivia "la crisis posterior a un posible fraude en las elecciones presidenciales produjo la caída de Evo Morales", por lo que evitó definir como "golpe" la cadena de hechos que derivó en el desplazamiento del exmandatario boliviano.
Morales renunció el 10 de noviembre de 2019 luego de que el entonces comandante de las FFAA bolivianas, Williams Kaliman, hoy prófugo de la Justicia, pidiera públicamente la dimisión del mandatario en lo que fue una desobediencia explícita a la cadena de mandos, ya que uno de los atributos del presidente constitucional es la jefatura de las fuerzas.
Kaliman tiene una orden de aprehensión vigente en su contra por los delitos de terrorismo y sedición, en el marco de la causa judicial abierta precisamente por esos hechos, y en Bolivia circula la sospecha de que se podría encontrar en el exterior, quizá bajo una identidad falsa, aunque la policía informó que no existen documentos que prueben su salida del país.
Macri, en el fragmento del libro en el que relata su intervención ante los sucesos en Bolivia, mencionó que lo que ocurrió en noviembre de 2019 "derivó en una nueva polémica con Alberto Fernández", ya que ambos tuvieron consideraciones contrapuestas a la hora de definir lo que había ocurrido con el líder del Movimiento al Socialismo.
"Lo que para muchos era una situación traumática y compleja, para Fernández había sido un golpe de Estado clásico", escribió Macri, y de ese modo volvió a desconocer el desplazamiento de Morales como un golpe, como lo había calificó el propio líder cocalero y dirigente del MAS, quien estando en la clandestinidad denunció haber sido víctima de "un golpe cívico, policial y militar".
Macri, en su repaso de los acontecimientos en Bolivia, continuó: "Nosotros (por la gestión Cambiemos), en cambio, queríamos empujar a la dirigencia política boliviana a resolver su crisis manteniendo el orden constitucional y sin intervención del exterior".
Y luego contó su versión de las comunicaciones telefónicas con Fernández, quien pocos días antes le había ganado la elección presidencial en la Argentina: "Si había una orden de detención contra Morales, le dije, podría ser considerado el pedido del presidente electo (en referencia al propio líder cocalero). Si no, sería una intromisión en los asuntos internos de Bolivia, algo que no correspondía".
"Finalmente, ayudamos a los familiares de Morales a llegar a la Argentina, cosa que Fernández reconocería después públicamente, y Morales se asiló en México", concluyó Macri.
En relación al posible fraude que mencionó el fundador del PRO, sobre la elección presidencial en Bolivia del año 2019, las denuncias iniciales -promovidas por la OEA- no se corroboraron con pruebas y especialistas en estas cuestiones ligados al Massachussets Institute of Technology (MIT) desmintieron que haya habido irregularidades que incidieran sobre el resultado (que le daba el triunfo a Morales sin necesidad de segunda vuelta), e incluso el propio Luis Almagro, titular del órgano hemisférico, recibió duras críticas por su rol en aquellos hechos.
"Ustedes han deslegitimado a las misiones electorales, lo que ocurrió con la OEA en Bolivia no debe repetirse jamás", cargó en octubre pasado el subsecretario para América Latina de la Cancillería mexicana, Maximiliano Reyes. (Télam)
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