El Ojo que Espia, un libro sobre la DIPPBA, el servicio de inteligencia ponderado por Camps

La Dirección de Inteligencia de la Policía de la Provincia de Buenos Aires (Dippba), disuelta en 1998, recopiló, durante la segunda mitad del siglo XX, información sobre las actividades políticas, sociales, gremiales y culturales de algo más de 460 mil ciudadanos bonaerenses, en tiempos de la doctrina de seguridad nacional y el combate contra el "enemigo interno".
El periodista Juan Ignacio Provéndola compiló algunos de estos emblemáticos seguimientos en "El Ojo que Espía" (editorial Sudestada), un libro que describe el funcionamiento del servicio de inteligencia que "jugó un papel central para neutralizar a la subversión", según palabras del genocida Ramón Camps, jefe de la bonaerense durante la última dictadura cívico militar.
"Me interesó dar cuenta de los conexiones que existen entre la DIPPBA y las agencias que actúan en la actualidad", explicó Provéndola en diálogo con Télam.
Ese viaje por uno de "los sótanos del Estado", donde se confeccionó un archivo con más de 4 millones de fojas (hoy en poder de la Comisión Provincial de la Memoria) se intensificó cuando el autor trabajaba en la edición de "RockPolit", una obra sobre la relación del rock con el poder político.
"Vi en papel la metodología de la DIPPBA de dar cuenta de todo lo que creía como subversivo y potencialmente peligroso", apuntó Provéndola.
La obra hace mención en varios capítulos a los seguimientos realizados en torno a recitales de Mercedes Sosa, Almendra, Charly García y los Redonditos de Ricota, contados como un "fenómeno social y artístico muy difícil de encasillar" por parte de los agentes de la inteligencia policial.
"Desde siempre tuvieron una actitud combativa en cuanto a todo lo que podía identificarlos con el sistema. El mensaje está, pero es necesario conocer el código para decifrarlo (SIC)", sostiene parte del informe de la DIPPBA citado en el capítulo referido a la banda del Indio Solari.
Creado en 1956, con el propósito de neutralizar a la resistencia peronista, la izquierda y las organizaciones sindicales, la DIPPBA elaboraba informes que "debían ser leídos entre líneas".
"Creo que el libro aporta una nueva mirada, una nueva vuelta de tuerca sobre el funcionamiento de los servicios. Leer estos archivos pueden aportar una nueva mirada sobre la historia. En estos materiales, encontré que fue la DIPPBA la que acuñó el término "barrabrava", en relevamientos sobre hechos de violencia que habían ocurrido en los estadios de fútbol en los primeros años de la democracia", explicó.
Espiar a los familiares de las víctimas de los casos de gatillo fácil constituyó un proceder que las DIPPBA encaró con mucho esmero a partir de mediados de los años '90, en medio de las denuncias periodísticas sobre "la maldita policía" y la corrupción de la bonaerense.
"Es interesante el comportamiento que hubo en el caso de la desaparición de Miguel Bru, los rumores que se hicieron circular y el trabajo que se hizo sobre sus familiares y en especial sobre su madre. Hay muchas conexiones con el caso Santiago Maldonado y el espionaje que denunciaron haber sufrido sus hermanos. Por eso, entender la DIPPBA nos puede decir muchas cosas sobre el presente", puntualizó Provéndola. (Télam)