Los temas que fueron tratados por los ministros que viajaron fueron economía, comercio, agricultura, industria, energía nuclear, cooperación militar y seguridad de fronteras, además de discusiones sobre cómo abordar actualizaciones en el Mercosur.
"Tuve una reunión muy positiva con Paulo Guedes, no nos conocíamos personalmente", dijo a Télam el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, al comentar su encuentro con el 'superministro' de Bolsonaro.
El gabinete brasileño asumido el 1° de enero tuvo su primera ronda de trabajo de una visita extranjera con los argentinos.
Con Dujovne participó el ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, y en la reunión participó también Tereza Correa de Costa Dias, ministra de Agricultura.
El encuentro se llevó a cabo en la ciudad de Brasilia y fuentes oficiales lo calificaron como "excelente y de gran utilidad para la relación comercial entre ambos países".
"Coincidimos en trabajar juntos para cerrar negociaciones comerciales pendientes", afirmó a Télam un portavoz del Palacio de Hacienda.
En materia económica, Macri y Bolsonaro apuntaron en sus discursos su disposición para eliminar barreras comerciales.
Brasil es el principal socio comercial de la Argentina, que a su vez es el segundo destino de las manufacturas del gigante vecino, principal economía latinoamericana.
En la declaración conjunta entre Bolsonaro y Macri se destacó la "revisión" del arancel externo común del Mercosur, lo cual puede abrir la puerta a la realización de nuevos tratados comerciales diferentes a los que rigen al bloque desde 1991.
Una curiosidad que los equipos técnicos del área económica contaron que que el diputado Eduardo Bolsonaro, hijo del nuevo presidente brasileño, es un amante de la Argentina: conoce las ciudades de Buenos Aires, San Carlos de Bariloche y Mar del Plata.
Eduardo Bolsonaro es una suerte de intelocutor en política externa del padre, Jair, al punto que fue enviado por el presidente a la Casa Blanca a realizar una gira de presentación en nombre del gobierno.
Otras de las reuniones de alto nivel fueron las del ministro de Defensa, Oscar Aguad, con el general Fernando Azevedo, su par brasileño.
"La verdad que es reconfortante trabajar de esta manera. Hablamos de Frontera Norte ciberdefensa, Atlántico Sur, industria autoespacial, satelital y nuclear, operaciones conjuntas de paz", contó a Télam Aguad.
El gobierno de Bolsonaro tiene cinco ministros miltares en áreas clave y las Fuerzas Armadas volvieron a tener un rol en la política y administración como no lo tenían desde 1985, desde el fin de la dictadura militar que duró 21 años.
En el área de la geopolítica, hubo un diálogo de alto nivel entre el secretario de Asuntos Estratégicos, Fulvio Pompeo y el general retirado Augusto Heleno, ministro del Gabinete de Seguridad Institucional, un asesor especial de Bolsonaro.
Por su parte, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y el de Justicia, Germán Garavano, mantuvieron reuniones con el ex juez Sérgio Moro, a cargo de ambas áreas de la parte brasileña.
Moro, Garavano y los cancilleres Ernesto Araújo y Faurie firmaron el único acuerdo de la visita, una actualización del tratado de extradición. (Télam)
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