ALERTA: Salto, una ciudad con olor nauseabundo por la contaminación

El frigorífico de aves Soychú contamina impunemente desde hace años la ciudad mientras la justicia y los organismos de control marchan a paso de tortuga.

Municipales 17 de diciembre de 2020 Redaccion GLP
La ciudad de Salto, al noreste de la provincia, se tiñe regularmente de un olor nauseabundo, que con las altas temperaturas se vuelve insoportable. Los vecinos más afectados son los que habitan el barrio El Triángulo y Valacco, así como quienes viven en quintas cercanas a la ruta 191. Y es que allí, en el kilómetro 94,5, se emplaza el frigorífico de aves Soychú.

La empresa es conocida hace años por producir a costa de la salud de los vecinos: Todos los restos de pollo son descartados al Arroyo del Burro Muerto, que atraviesa los barrios mencionados y se extiende por gran parte de la ciudad.

Al olor nauseabundo que despliegan las aguas contaminadas del arroyo, se suman los regulares escapes de amoníaco, que minan la salud de los habitantes de la zona y maltratan su calidad de vida, además de afectar al ecosistema.

El perverso manejo empresarial se agrava con la velada amenaza de cerrar y despedir trabajadores cada vez que se le exige la inversión correspondiente para producir ajustada a reglamento.
"Al olor nauseabundo del arroyo contaminado, se suman los regulares escapes de amoníaco, que minan la salud de los vecinos"

Así, en el inconsciente de la población subyace la falsa dicotomía de tener que convivir con la contaminación o que cientos de familias se queden en la calle, lo que en muchas ocasiones enfrenta a los vecinos para el sólo beneficio de Soychú.

Y es que los enormes equipos de abogados de la compañía son los primeros en conocer lo que indican las normativas vigentes: que la generación de empleo no puede ser argumento para jugar con el bienestar de las familias de toda una ciudad.

Por otra parte, en Salto existen muchas empresas radicadas, por lo que el permitirle a una de ellas funcionar incumpliendo la ley bajo el pretexto de posibles despidos, marca un fuerte y peligroso mensaje hacia el resto de las compañías.

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Desde el municipio que conduce Ricardo Alessandro aseguran que han agotado todas las instancias que son de su competencia, debido a que por su categoría, la firma está bajo la órbita del Organismo de Desarrollo Sostenible (OPDS) y de la Autoridad del Agus (ADA), pertenecientes al gobierno de la Provincia.

“Desde el Municipio, en un trabajo conjunto con Control Urbano, Bromatología, Seguridad y la Dirección de Medio Ambiente, hemos labrado actas permanentemente, cuya documentación ha sido enviada al OPDS, organismo encargado de realizar las inspecciones en las empresas”, expresó el secretario General de la Comuna, Camilo Alessandro.

Según se quejó, “hay un trabajo muy grande de todo el staff municipal que, en cuatro años no ha tenido eco en el OPDS, ni en la justicia, porque la justicia cobra multas, cuyos montos en algunas ocasiones son importantes, pero nosotros no necesitamos recaudar plata, queremos que se les haga un plan de trabajo a las empresas que están generando los olores que hoy aquejan al vecino”.

Se refiere a una causa iniciada en 2018 a raíz de reiteradas denuncias de los vecinos por el Juzgado de Faltas Municipal, que sancionó a la firma con 2 millones 256 mil pesos, tras haber comprobado lo que los habitantes de Salto sufren cotidianamente: que la firma vierte sin el tratamiento adecuado residuos industriales sobre el Arroyo del Burro Muerto, cuyo olor nauseabundo se expande a través de las aguas por toda la ciudad.
"En 2018 Soychú fue sancionada por más de dos millones de pesos, tras comprobarse que vierte residuos industriales sobre el Arroyo del Burro Muerto"

De hecho, el expediente 24930 cuenta con elementos probatorios como las muestras de laboratorio tomadas en las diferentes desembocaduras fabriles sobre el Arroyo del Burro Muerto y numerosas pruebas fílmicas acercadas por vecinos que viven en cercanías del arroyo y que radicaron sus respectivas denuncias.

La sentencia fue apelada por la empresa, y desde entonces se encuentra en un limbo judicial agravado por la pandemia, que le permite a Soychú seguir desechando los desechos de animales mutilados en el arroyo, con total impunidad.

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Responsabilidades

Para quienes habitan la zona del kilómetro 94 de la ruta 191, el reloj marca un tiempo diferente al de los juzgados y los despachos gubernamentales. Los niños no pueden jugar en el patio de sus casas ni los abuelos refrescarse al atardecer sentados en la puerta de sus casas porque terminan descompuestos. Y si por alguna “falla técnica” de Soychú hay escape de amoníaco, terminan en la guardia del hospital con los ojos ardiendo. Dependiendo del lado hacia donde corra el viento, es la porción de la ciudad que corre la misma suerte.

Grupo La Provincia se comunicó con el titular del Organismo de Desarrollo Sostenible, Juan Brardinelli, quien, consultado al respecto, manifestó que “el tema de Soychú, es un tema muy complejo en la provincia de Buenos Aires que estamos abordando”.

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Respecto al grave problema de los reiterados escapes de amoníaco, la primera respuesta del funcionario fue la liviana solución de un curso de capacitación: “En el caso del escape de amoníaco, es una deuda gigante que tiene la Provincia con la formación de personal entendido en el manejo de aparatos sometidos a presión con o sin fuego. Nosotros armamos una capacitación -que por la pandemia tuvo que ser virtual- y estamos otorgando los primeros carnets de foguistas y ahora vamos a empezar con la categoría de frigoristas, que son los que se encargan de manejar las cámaras frigoríficas”, indicó.
La respuesta del OPDS al escape de amoníaco, fue un curso de capacitación

En esa línea, el titular del OPDS, expresó que “también la Provincia está inmersa en una tarea muy grande, que es la aprobación de una licencia de emisiones gaseosas a la atmósfera, en donde todas las industrias, independientemente de su categoría, tienen que obtener esta licencia”.

Consultado por el “mientras tanto”, ese tiempo que para los vecinos es calidad de vida diezmada y que no entiende de recambios de gobiernos ni plazos empresariales, Brardinelli respondió que “se está trabajando en las sanciones correspondientes”.

“Estamos trabajando. Tenemos controlados todos sus elementos de aparatos sostenidos a presión, que tiene una gran cantidad, y estamos aplicando todo lo que implica la normativa y hemos ido numerosas veces a la empresa”, indicó.

ALERTA: Salto, una ciudad con olor nauseabundo por la contaminación Los restos de aves flotan por el arroyo Burro Muerto cotidianamente

Interrogado sobre plazos para que la firma se adecúe a la normativa correspondiente, el titular del organismo dijo que “hay que evaluar bien cuáles son los orígenes de esas emisiones, si son gaseosos o líquidos, si corresponde todo a Soychú o no, hay que evaluar el conjunto y es en lo que estamos trabajando para identificar exactamente las causas y poder actuar en consecuencia”, demostrando que después de más de cuatro años y pese a haber una sentencia judicial al respecto, el OPDS no tiene confirmada la contaminación desde la firma.

Brardinelli añadió que “ya hay actuaciones en curso, que no puedo hacer públicas, pero los tiempos son los que corresponden a este tipo de procedimientos”.

Nuevamente los tiempos, y la diferencia entre el calendario burocrático y el de la gente, que recibe el impacto ambiental con daños a su salud muchas veces irreparables.

¿Y con los desechos vertidos al arroyo qué pasa? Ese interrogante corresponde a otra área del organigrama provincial: la Autoridad del Agua (ADA).
"Los tiempos son los que corresponden a este tipo de procedimientos”, dicen desde el OPDS

Desde el directorio del organismo ADA, Oscar Deina, reconoció a Grupo La Provincia que “Soychú tiene problemas de vuelco” y que “se han detectado valores fueras de estándar”.

Según relató el representante del ADA, “esta empresa el 6 de noviembre de 2017 firmó una carta de intención para ingresar al Programa de Reconversión Industrial (PRI) para los vertidos industriales y siguió el trámite. Nosotros ingresamos en la gestión y en este momento está en estado de aprobación tecnológica del vuelco”.

“Esto es una cuestión técnico-administrativa que tiene que mejorar su sistema de tratamiento, en eso estamos totalmente de acuerdo. Ahora le estamos pidiendo que presente un Plan de Mitigación hasta tanto pueda implementar las medidas técnicas de mejoras de su planta de tratamiento”, completó.



Para el representante del ADA, “sin perjuicio de que la empresa nos ha mostrado su voluntad de querer mejorar su sistema de tratamiento, no puede seguir volcando con parámetros fuera de calidad, porque es una actividad industrial y no puede afectar ni a las personas ni al medioambiente como resultado de los residuos generados en sus producciones”.

GLP: Teniendo en cuenta que la carta de intención para ingresar al Programa de Reconversión Industrial (PRI) fue firmada por Soychú hace más de tres años, ¿qué plazos maneja la Autoridad del Agua para las empresas que incumplen con las reglamentaciones medioambientales?

ADA: Lo que nosotros discutimos con la empresa, y que se cerró, es que el plan de trabajo de mejoras no puede superar el año. Para la mejora completa de su planta, le estamos dando un año. Pero, sin perjuicio de esto, le estamos pidiendo medidas transitorias en este momento para que mejore la calidad de vuelco. Son dos cosas que van en paralelo. El Plan Integral, que es la aptitud tecnológica de vertidos, se consensuó técnicamente porque querían plazos más largos y la ADA planteó que no más de un año para la mejora integral de sus sistemas de tratamiento.
"Para la mejora completa de su planta, le estamos dando un año", aseguran desde el ADA

GLP: ¿Y ese año cuándo vence?

ADA: El año que viene.

GLP: ¿Diciembre de 2021?

ADA: Tendría que estar el nuevo sistema en funcionamiento.

GLP: ¿Y qué pasaría en caso de que vencido el plazo no esté en funcionamiento el nuevo sistema?

ADA: Vamos a tener que llegar a la clausura del vuelco. Pero si los vuelcos continúan con la cantidad que están ahora, tampoco vamos a llegar al año. Por eso le estamos pidiendo a la empresa mejoras transitorias, de paliativos de sus vuelcos. Si no los cumple, y no tienen una mejora contínua, desgraciadamente vamos a tener que proceder a la clausura del vuelco.

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GLP: Cuando dice “si los vuelcos continúan con la cantidad que están ahora” significa que han constatado que vierten desechos al arroyo…

ADA: Sí. En el expediente están las constataciones del análisis del vuelco, que está fuera de los estándares permitidos.

ALERTA: Salto, una ciudad con olor nauseabundo por la contaminación La empresa amenaza con despedir trabajadores cada vez que se le exige funcionar a reglamento (FOTO: Salto y Vos)

GLP: ¿Y qué tiene que hacer Soychú para paliar el nivel de contaminación con el que lanza sus desechos?

ADA: Hay una cantidad de estrategias tecnológicas. Por eso decimos que los planes son integrales. Las estrategias en las que puede avanzar son inmensas, no sólo la parte final. El manejo es integral, por eso tenemos que proteger el recurso hídrico y la empresa también tiene que hacer su proceso gastando la menor cantidad de agua posible.

GLP: Todas estas mejoras que la empresa no ha hecho, ¿necesitan inversión de la firma?

ADA: Necesitan inversión y gestión, pero la empresa lo tiene que hacer. Por no invertir no puede contaminar; no está dentro de la ecuación y la ADA no lo va a permitir.

GLP: ¿Qué acciones por parte de la Autoridad del Agua podemos esperar en los próximos dos meses si Soychú continúa vertiendo efluentes con este nivel de contaminación?

ADA: Espero que no suceda. Que empiecen con medidas paliativas y mejorando continuamente la calidad del vuelco, porque nosotros tenemos acciones desde multas hasta la clausura del vertido, cosa que de ninguna manera queremos.
Desde el ADA dicen que si en un año la empresa no mejora su sistema, clausurarán el vuelco

Los hechos demuestran que no hay amenaza de clausura ni denuncias de vecinos que amedrenten a Soychú, ya que pese a tener en jaque a los vecinos de la ciudad donde produce, no está dispuesta a resignar ganancias en pos de su bienestar.

Consciente de que el municipio ya agotó sus posibles instancias, la avícola juega a demorar los tiempos en la justicia y en los organismos provinciales, que son los espacios con capacidad para ponerle un freno a su impune accionar.

Mientras tanto, los restos de aves siguen nadando en el arroyo y toda una población padece el lento paso del tiempo burocrático mientras ve minada su salud.
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