Entrevista GLP: “El Presupuesto 2023 es muy poco real”, afirmó el diputado Finocchiaro

El diputado nacional del PRO consideró que el proyecto del Ejecutivo es “muy poco real” y que tendría que tener “mucha más seriedad”.

Mundo 28 de octubre de 2022 Redaccion GLP
[playlist ids="1042825"]

–El proyecto de Presupuesto 2023 obtuvo media sanción en la Cámara baja. El PRO se abstuvo. ¿Qué análisis puede hacer usted de este texto que fue presentado por el Ejecutivo?

Nosotros nos hemos abstenido porque no estábamos de acuerdo, el gobierno ya tenía los votos y es verdad que el presupuesto es un instrumento de gobierno. Pero es un presupuesto muy poco real, que contenía algunas cláusulas con las que nosotros no estábamos de acuerdo y por eso, de hecho, las íbamos a votar en contra. Al final los diputados del oficialismo, dándose cuenta de que no tenían los votos, las han retirado. Por ejemplo, que el Poder Ejecutivo pudiera subir las retenciones en forma arbitraria. No estábamos de acuerdo, por ejemplo, con esta exención en ganancias al gremio de Camioneros, que representa para el país 84.000 millones de pesos. Hemos votado en contra y hemos perdido porque el oficialismo tenía el número. No porque estemos en contra de los camioneros, sino porque entendemos que no tienen por qué tener un privilegio que no tienen los otros trabajadores.

Y finalmente, es un presupuesto que no refleja la realidad del país. Es decir, el gobierno tiene presupuesto pero sigue sin tener un plan económico. Un presupuesto, para que la gente lo entienda, tiene que ver con gastos y recursos que financian esos gastos. Uno tiene que decir: “Yo el año que viene voy a recaudar tanto y voy a gastar o invertir tanto”. Por cada gasto tiene que haber un recurso. Y hay algunos gastos que no tienen cómo ser financiados.

Por otra parte, se bajan áreas sensibles, como las partidas a la infancia, que por ley deberían ser intangibles. Se baja el presupuesto educativo; se baja el presupuesto para discapacidad; pero se sigue financiando a empresas estatales que son deficitarias, que son ineficientes, que son poco transparentes, muchas de las cuales ni siquiera tienen un objetivo preciso. La proyección de este año es que todo este grupo de empresas del Estado van a terminar con un déficit operativo de 5500 millones de pesos. Eso representa el 38% del déficit total del Estado. Este año, la Televisión Pública, la radio pública, etc., van a terminar con una pérdida de 14.000 millones de pesos. Eso equivale a 331.000 jubilaciones mínimas. Entonces, este presupuesto dice mucho en cuanto a dónde se recorta y dice mucho en cuánto a dónde se pone el dinero.

–Entonces ¿es falso que las modificaciones al Presupuesto 2023, hablando particularmente de la educación, terminen con el ajuste en la escuela?

El ajuste está. Lo que se votó a última hora, y en realidad se votó básicamente para que salga en los medios, porque no tiene correlato con la realidad, es autorizar al jefe de gabinete de ministros a que modifique partidas presupuestarias para llevar la inversión en educación al 1,33% del PBI. Es nada, porque vos tenés que decir de dónde vas a sacar: el Estado no tiene bolsillos de payaso. Entonces, si el jefe de gabinete de ministros va a modificar alguna partida, los diputados deberíamos haber sabido de qué partida. Por ejemplo, si se la vas a sacar a la discapacidad, no está bien; si se lo vas a sacar a Rosario Lufrano en la TV Pública, me parece perfecto; si se lo vas a sacar a Aerolíneas Argentinas para que deje de perder 900 millones de dólares por año, me parece perfecto; ahora, si se lo sacás a los jubilados, no me parece perfecto.

Finocchiaro

–¿Cómo le parece que continuará la votación en el Senado?

Yo creo que en el Senado el oficialismo tiene los votos como para sacarlo. No creo que tengan mayores problemas habiendo pasado la Cámara de Diputados. Con la Ley de Presupuesto, cuando usted está cerca de obtener los votos, hay una serie de incentivos para que algunos gobernadores provinciales les pidan a sus diputados que voten: se reparten zonas francas aduaneras, cuestiones por el estilo. Y al final se terminan logrando los votos. Ojo que no estoy hablando de un tema de corrupción, estoy hablando de negociación, de incentivos que están plasmados en la letra, claramente. Pero no es como otras leyes, donde a lo mejor al Ejecutivo le cuesta.

Diferente es, por ejemplo, cuando gobernábamos nosotros, que teníamos 70 diputados sobre los 129 que se necesitan. El kirchnerismo tiene 117.

–Usted señalaba que este proyecto era poco realista. Sin embargo, varios referentes de la oposición consideraron que es un proyecto mucho más realista que el que presentó Guzmán el año pasado. ¿Usted coincide?

Sí, claro que coincido. Lo comparan con lo que trajo Guzmán el año pasado. Yo no lo conozco personalmente a Guzmán; indudablemente él debe tener mucho mérito teórico, porque es una persona que tiene un doctorado en economía, que ha sido discípulo de un premio Nobel (un premio Nobel, como Stiglitz, que también siempre se ha movido en marcos teóricos y que básicamente, si usted lee su obra, casi nunca ha acertado nada, pero bueno). Ahora, lo que trajo Guzmán acá era una vergüenza. Un solo dato le doy: la proyección de inflación que hacía daba un 30% para este año. Y vamos a terminar en casi 100. O sea que Guzmán se equivocó en 70 puntos. Comparado con esto, Sergio Massa es Churchill.

Un presupuesto tiene que tener mucha más seriedad que el que se votó. Y además hay que terminar con estas sesiones maratónicas. ¿Por qué? No porque los diputados no podamos pasarnos una noche o dos noches sin dormir. Eso es lo de menos. Lo que yo cuestiono es que después de 18, 20 horas de debate, seguimos votando, se siguen haciendo modificaciones en el recinto, sobre cuestiones que afectan profundamente a los argentinos, cuando uno ya no está en un estado óptimo como para entender determinadas cuestiones. Se leen artículos de viva voz, y usted sabe que poner una coma un poquito más adelante o un poquito más atrás puede hacer que cambie sustancialmente lo que se está votando. Y eso no puede existir más. Habrá que sesionar la cantidad de días que haya que sesionar: uno, dos, tres, cinco, diez, lo que sea necesario. Porque los diputados trabajamos de diputados.

Te puede interesar
Populares

Suscríbete al Resumen de Noticias para recibir periódicamente las novedades en tu email