Visita a historicas termas romanas y cena oficial para culminar con la primera jornada del G20

El primero de los dos dias de la cumbre de jefes de Gobierno y Estado del G20 termino hoy con una visita a las termas mas grandes del Imperio Romano y dos cenas oficiales en el Palacio del Quirinale, la sede de

Mundo 30 de octubre de 2021 Agencia Télam
(Por H. R.A, desde Roma, corresponsal) El primero de los dos días de la cumbre de jefes de Gobierno y Estado del G20 terminó hoy con una visita a las termas más grandes del Imperio Romano y dos cenas oficiales en el Palacio del Quirinale, la sede de la Presidencia italiana, para los líderes y parte de sus comitivas.
Antes de sentarse a cenar, el anfitrión de la noche. el presidente de Italia, Sergio Mattarella, ofreció el último discurso del día: "El momento es ahora, la mirada de miles de millones de personas, de pueblos enteros, está enfocada en nosotros y en los resultados que seremos capaces de lograr. Estoy seguro de que nuestros países responderán al llamado que viene de la opinión pública mundial y al sentido de responsabilidad que nos impone la creciente interdependencia actual entre los pueblos y naciones del planeta".
"Nos enfrentamos a numerosas urgencias y las respuestas no se pueden postergar", agregó en un discurso dedicado a las nuevas generaciones y concluyó: "El multilateralismo y la cooperación son las únicas respuestas concretas y efectivas a las dificultades y tensiones que atraviesa el planeta".
Tras la jornada de negociación general y reuniones bilaterales, el primer ministro anfitrión, el italiano Mario Draghi, llevó a sus invitados a las Termas de Diocleciano, el baño termal más grande del Imperio Romano, que data del siglo 3 DC, que está en la zona de la plaza República y cerca la Avenida Nazionale, una de las principales arterias de la capital que está completamente cerrada por la cumbre.
En las termas, los mandatarios disfrutaron de un "evento sensorial", como lo describió el Gobierno italiano, que mezcló proyecciones y danzas en el sitio histórico.
La gran ausencia en esta actividad fue la del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien se reencontró con su esposa Jill para participar juntos de una misa en inglés en San Patricio, la iglesia de los fieles estadounidenses en Roma.
Biden luego se sumó de vuelta al conjunto de mandatarios para la cena oficial en el Palacio del Quirinale.
Una vez más, la larga caravana de autos de las comitivas -que no incluyó ningún auto eléctrico pese a que una de las palabras claves de la cumbre es "Planeta" y uno de los ejes de discusión, el cambio climático- inundaron la Avenida Nazionale para llegar a la sede presidencial para la última cita del día.
Los jefes de Gobierno y Estado y sus cónyuges -y en algunos casos, algunos de sus ministros también- participaron de la cena principal, mientras el canciller italiano, Luigi Di Maio, encabezó otra comida para los ministros de Relaciones Exteriores que participan de la cumbre.
En la cena principal, se sirvió aperitivo salmón marinado en eneldo con aceitunas en polvo, luego un risotto de calabaza seguido de filetes de lubina con verduras de la finca presidencial de Castelporziano, guarnición de tomate y apio, corazones de alcachofa y papas rellenas; de postre una crema de mandarina al vapor.
Además, Draghi rendió homenaje a los líderes con un magnum (1,5 litros) de Amarone Aneri de 2015, con una botella personalizada con el nombre grabado en la etiqueta. Los invitados musulmanes, en cambio, recibirán un paquete, también personalizado, de aceite de oliva virgen extra de la Riviera de Liguria de la cosecha 2020-2021 y un paquete de "è Tricaffé".
(Télam)
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