La Corte Penal Internacional (CPI) condenó hoy al ex jefe adjunto del Estado Mayor de las Fuerzas Patrióticas para la Liberación del Congo (FPLC), el guerrillero Bosco Ntaganda también conocido como el Terminator, por 13 crímenes de guerra y cinco delitos de lesa humanidad en República Democrática del Congo (RDC).

Los jueces de la corte consideraron que Ntaganda, de 45 años, es culpable de tener en sus filas a niños soldados, permitir abusos sexuales a menores de edad, ordenar y cometer asesinatos, y ordenar ataques contra la población civil de Ituri, en el noreste de la RDC entre los años 2002 y 2003.

Durante la lectura de la sentencia en La Haya, los jueces hicieron una descripción detallada de los delitos y del nivel de crueldad que ejerció el FPLC, aun en momentos en que la llamada Segunda Guerra del Congo (1997-2003) estaba por terminar y la intensidad general estaba en descenso.

La mayoría de víctimas de las FPLC, un grupo armado dominado por las tribus Hema, eran miembros de la etnia rival Lendu, que se vieron expulsados de Ituri, una región rica en minerales, informó la agencia de noticias EFE.

El juez presidente del caso, Robert Fremr, destacó que Ntaganda hizo "al menos tres llamamientos a gente joven" en Ituri para que se unieran a su milicia, la cual reclutó a niños de menos de 15 años en este período.

Los menores "fueron amenazados, sufrieron violencia física y llevaban uniformes que a menudo les quedaban grandes, así como fusiles AK-47", relató el magistrado, mientras que "al menos tres niñas de menos de 15 años sufrieron violaciones de forma repetida" por miembros de las FPLC.

A mediados de 2006, la CPI -que ya condenó a otros congoleses por crímenes de guerra y delitos de lesa humanidad- emitió una orden de detención contra Ntaganda, quien estaba en la RDC. Pasaron casi siete años hasta que el líder guerrillero se entregó en la embajada de Estados Unidos en Kigali, capital de Ruanda.

Desde entonces, está bajo custodia en el centro de detención de la CPI en La Haya, Holanda.

Recién en septiembre de 2015 comenzó el juicio y la Fiscalía presentó a 80 testigos, pero la defensa logró descalificar a muchos de ellos por falta o problemas en sus documentos.

Durante la lectura de la sentencia de hoy, el líder guerrillero no hizo ningún gesto durante toda la audiencia y se limitó a seguir las órdenes de los magistrados.

(Télam)