Tras la renuncia del premier de Sudan, EEUU llamo a los militares a garantizar un gobierno civil

Estados Unidos llamo a las autoridades militares de Sudan a garantizar el establecimiento de un gobierno civil, tras la dimision del primer ministro de ese pais, Abdala Hamdok, en protesta por la muerte de manifestantes en las marchas para exigir la

Mundo 03 de enero de 2022 Agencia Télam
Estados Unidos llamó a las autoridades militares de Sudán a garantizar el establecimiento de un gobierno civil, tras la dimisión del primer ministro de ese país, Abdala Hamdok, en protesta por la muerte de manifestantes en las marchas para exigir la salida del Ejército del poder.
"Después de la renuncia del primer ministro Hamdok, los líderes sudaneses deberían dejar de lado las diferencias, lograr consenso y garantizar la continuidad del gobierno civil", publicó hoy la Oficina de Asuntos Africanos del Departamento de Estado de EEUU en su cuenta de Twitter.
La nota añade que el próximo primer ministro y el gabinete de Sudán deben ser nombrados de conformidad con la Constitución para garantizar la libertad, la paz y la justicia en el país.
Estados Unidos también expresó su apoyo al pueblo de Sudán "en su búsqueda de la democracia" y pidió poner fin a la violencia.
Al dimitir, Hamdok dejó a los militares solos al frente de un país azotado por la violencia desde el golpe de Estado. Ahora, muchos temen que vuelvan a instaurarse un régimen represivo.
Al menos tres manifestantes murieron en la represión de ayer en unas multitudinarias marchas en la capital, Jartum, con lo que son ya 57 los fallecidos en las protestas, según un sindicato de médicos prodemocracia.
Además, se ha violado a manifestantes, según la ONU, y muchos periodistas fueron golpeados e incluso detenidos, en tanto las redes de telecomunicaciones funcionan a la merced del poder.
Hamdok reprochó al Ejército que se firmó un acuerdo entre las fuerzas civiles y militares que incluía un compromiso de evitar "el derramamiento de sangre".
"Hemos presentado varias iniciativas que han caído en oídos sordos", se lamentó.
"Incluso tras el golpe de Estado del 25 de octubre firmamos un acuerdo marco con los militares para intentar restaurar el rumbo de la transformación democrática civil", dijo.
"El ritmo cada vez más acelerado de la división entre las dos partes ha afectado a la eficacia y desempeño del Estado", explicó, al tiempo que destacó que el hecho de que aceptara el cargo de primer ministro en 2019 estaba vinculado al cumplimiento del acuerdo y el consenso entre las fuerzas políticas y militares, "pero no ha sobrevivido con el mismo nivel de armonía con el que comenzó".
Para la población, no cabe duda de que la protesta debe continuar. Las manifestaciones de 2019 condujeron a la expulsión de Al Bashir, y ahora pretenden hacer lo mismo con el general Burhan.
El 25 de octubre, tras semanas de creciente tensión entre facciones rivales y una serie de protestas callejeras, el Ejército de Sudán arrestó a varios miembros del Gobierno, incluido Hamdok, que al día siguiente fue puesto bajo arresto domiciliario.
El comandante en jefe de las Fuerzas Armadas y presidente del llamado Consejo Soberano, Abdul Fatah al Burhan, anunció la disolución de este organismo de transición y del gabinete de Hamdok, así como la imposición del estado de emergencia en Sudán, heredado de la era del dictador Omar al Bashir, derrocado en 2019 por el ejército tras unas manifestaciones masivas.
A la vez, garantizó por decreto la impunidad de las fuerzas de seguridad al tiempo que aseguró que los cuerpos de seguridad continuarían con la transición democrática hasta el traspaso del poder a un gobierno civil y prometió garantizar elecciones en julio de 2023.
El reconstituido Consejo Soberano de Sudán, nuevamente con Al Burhan al frente, empezó a trabajar el pasado 11 de noviembre.
El 21 de noviembre, y tras haber pasado un mes en arresto domiciliario, Hamdok regresó al puesto del primer ministro gracias a un acuerdo con el general Burhan.
Este acuerdo político estipulaba el regreso del primer ministro depuesto al cargo y la liberación de todos los presos políticos en el país.
La Asociación de Profesionales Sudaneses, gremio que se opone a las autoridades militares, rechazó el pacto por su parte, al calificarlo como un acto de "traición".
"Paralizado" y sin "haber podido hacer nada" desde entonces, según el experto Magdi Gizouli, del Rift Valley Institute, el primer ministro renunció ayer.
Ahora, señaló Gizouli, "los militares son los únicos al mando" del país. Ante ellos, quedan "los manifestantes, que saldrán todavía más a las calles y se enfrentarán a más violencia todavía", informó la agencia de noticias AFP.
Omar al Bashir, juzgado en diferentes procesos, está encarcelado desde que fue apartado del poder. Pero muchas figuras de su régimen siguen mandando, incluyendo al general Burhan. (Télam)
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