La organización humanitaria Save the Children advirtió hoy que los migrantes centroamericanos no buscan el llamado "sueño americano", sino que huyen de la "pesadilla" de pobreza, violencia y falta de oportunidades que sufren en sus países.

Esto seguirá sucediendo "mientras siga sin haber opciones legales que les permitan buscar un futuro mejor en Estados Unidos sin necesidad de poner en juego sus vidas", sostuvo el director de Cooperación Internacional y Ayuda Humanitaria de Save the Children, David del Campo.

El fenómeno de las caravanas migratorias que en los últimos meses partieron desde los países centroamericanos con destino a Estados Unidos "es solo la punta del iceberg", ya que estas personas representan "al 5 o el 10 por ciento del movimiento real" de quienes tratan de llegar a este país, subrayó el funcionario en declaraciones a la agencia de noticias Europa Press.

El hecho de que ahora vayan en grupos numerosos "les da más visibilidad" y también los hace "sentirse más seguros", pero lo cierto es que la mayoría de quienes tratan de llegar a Estados Unidos lo hacen "por rutas que no se ven y que manejan las mafias", resaltó Del Campo.

Para unos y para otros, en cualquier caso, "la única forma de pasar la frontera es recurriendo a los coyotes y los grupos organizados", con quienes adquieren deudas que luego deberán devolver una vez en Estados Unidos, donde trabajarán de forma ilegal y en muchos casos realizando tareas relacionadas con la droga y la delincuencia, denunció el responsable de Save the Children.

Los planes del presidente estadounidense, Donald Trump, de construir un muro en la frontera con México han hecho pensar a la gente que más adelante "será más difícil pasar" y que "esta es la última oportunidad", pese a que para Del Campo tal iniciativa será "ineficaz".

Pero el hecho de que se hable del muro está impidiendo que se ponga el foco en lo que de verdad los empuja a abandonar sus países, "que no es lo que sueñan encontrar en Estados Unidos sino la pesadilla en la que viven".

"La gente no se juega la vida gratuitamente; si tuviese una opción legal de llegar la usarían y automáticamente se produciría una baja enorme de las entradas ilegales".

Por otra parte, el responsable de Save the Children se mostró especialmente preocupado por la "criminalización" de la que están siendo víctima los menores migrantes a los que se está deteniendo y tratando "como si fueran delicuentes y terroristas". Estos niños, sostiene, "no suponen ninguna amenaza", deben gozar de protección y no se los puede deportar directamente.

Del Campo también considera una "crueldad" el hecho de que a quienes huyen se los esté enviando de vuelta a sus países o el que muchos se hayan visto forzados a volver ante la imposibilidad de llegar a Estados Unidos. (Télam)