Rusia corta envio de gas a Letonia y culpa a Zelenski y EEUU por muerte de prisioneros de guerra

Rusia suspendio hoy el envio de gas a Letonia, en el marco de su disputa de sanciones con Europa por la invasion a Ucrania, mientras que en el terreno continuaron los bombardeos y las acusaciones cruzadas por el ataque a una carcel que albergaba

Mundo 30 de julio de 2022 Agencia Télam
Rusia suspendió hoy el envío de gas a Letonia, en el marco de su disputa de sanciones con Europa por la invasión a Ucrania, mientras que en el terreno continuaron los bombardeos y las acusaciones cruzadas por el ataque a una cárcel que albergaba prisioneros de guerra ucranianos.
El gigante estatal ruso Gazprom anunció hoy que detuvo el suministro hacia Letonia "por la violación de las condiciones de despacho del gas", según un mensaje de la empresa en Telegram citado por la agencia de noticias Sputnik.
Ayer, la firma letona Latvijas Gaze, uno de los mayores distribuidores del gas natural en el Báltico, anunció que había reanudado las compras de ese hidrocarburo en Rusia, pero a un proveedor diferente y con pagos hechos en euros y no en rublos.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, exigió a finales de marzo que los "países hostiles" paguen por el gas en rublos, bajo el argumento que las sanciones occidentales congelaron los activos rusos en divisas extranjeras, en una decisión que la Unión Europea (UE) denunció como "chantaje".
Gazprom redujo esta semana su suministro de gas a Europa a través del gasoducto Nord Stream, alegando labores de mantenimiento en una turbina, recordó la agencia de noticias AFP.
El gigante ruso ya había recortado en dos ocasiones en junio el volumen de sus entregas, invocando la ausencia de una turbina que estaba siendo reparada en Canadá y que no le fue devuelta debido a las sanciones impuestas contra Rusia por la invasión de Ucrania lanzada el 24 de febrero.
Alemania y Canadá acordaron devolver la turbina a Rusia, pero aún no fue enviada.
Los países occidentales acusan a Rusia de utilizar los recortes de gas como represalia por las sanciones adoptadas en su contra.
Sin embargo, el Kremlin asegura que las sanciones son las que causaron los problemas técnicos de la infraestructura gasífera y que los europeos están sufriendo las consecuencias de las medidas que impusieron a Moscú.
Por otro lado, Rusia responsabilizó hoy directamente al presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, y al gobierno de Estados Unidos por el ataque a una cárcel que alojaba prisioneros de guerra ucranianos ubicada en Donetsk y cifró en 50 el total de muertos.
"Toda la responsabilidad política, criminal y moral por la sangrienta masacre contra los ucranianos recae personalmente en Zelenski, su régimen criminal y Washington apoyándolos", indicó el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov, citado por la agencia de noticias Interfax.
La cartera ratificó que el ataque a la prisión cercana a la localidad de Olenivka (denominada Elenovka en ruso), en una zona del este ucraniano controlada por separatistas prorrusos, fue realizado con un sistema de artillería Himars, entregado a Ucrania por Estados Unidos.
"El régimen de Kiev mató y mutiló a la mayoría de los 193 prisioneros de guerra ucranianos que estaban allí. Según los datos actualizados, 50 ucranianos murieron", dijo el vocero.
Ucrania negó las acusaciones por el ataque en la cárcel ubicada a unos 30 kilómetros al sudoeste de Donetsk, la capital de la provincia homónima que junto a la de Lugansk conforman la región del Donbass, y pidió que haya una investigación a cargo de la ONU y el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR)
"El bombardeo es un cínico acto de terrorismo por parte de la Federación Rusa, una provocación militar y una clásica operación de falsa bandera con el propósito de ocultar crímenes de guerra, desacreditar a las fuerzas armadas ucranianas e incrementar las tensiones en la sociedad ucraniana", afirmaron en un comunicado el Ejército, el Ministerio de Defensa, los servicios de seguridad y la defensora del pueblo de Ucrania.
El CICR ya solicitó acceso a la zona del ataque contra la prisión que albergaba, entre otros, a miembros del batallón de Azov, una división que ganó notoriedad por su defensa de la ciudad de Mariupol y que Moscú acusó de ser una formación neonazi.
"Los combatientes de Azov merecen ser ejecutados, pero no por un pelotón de fusilamiento sino por ahorcamiento. No son verdaderos soldados. Merecen una muerte humillante", tuiteó ayer la embajada de Rusia en Reino Unido.
La reacción de Kiev a este mensaje no tardó en llegar: "No hay diferencia entre los diplomáticos rusos que piden la ejecución de los prisioneros de guerra ucranianos y las tropas rusas que lo hacen en Olenivka. Todos son cómplices de estos crímenes de guerra y deben ser considerados responsables", afirmó el portavoz de la diplomacia ucraniana, Oleg Nikolenko, también en Twitter.
En el terreno, Ucrania denunció hoy que las fuerzas rusas bombardearon una escuela en Jarkov, la segunda ciudad más grande el país, sin dar cuenta de muertos o heridos.
Al menos tres misiles S-300 golpearon en la madrugada un centro educativo que se incendió, notificó el alcalde Igor Terekhov, en su canal de Telegram.
El inmueble principal fue destruido, según el dirigente, que publicó fotografías de la escuela en llamas y agradeció el trabajo de los bomberos para apagar el incendio.
En Mikolaiv, sur de Ucrania, un civil falleció y otros seis resultaron heridos tras un bombardeo durante la madrugada en una zona residencial, donde varios edificios fueron dañados, explicó el gobernador regional Vitali Kim, también en Telegram.
En la región de Donetsk, en el epicentro de la ofensiva rusa en el este, la estación de micros y los edificios cercanos resultaron afectados por un ataque en Sloviansk, informó el gobernador regional Pavlo Kyrylenko.
Además, la viceprimera ministra de Ucrania, Irina Vereshchuk, anunció hoy que el Gobierno comenzó los preparativos para ordenar la evacuación obligatoria de la región de Donetsk antes del invierno, dada la destrucción casi total de la infraestructura de suministro de calefacción por los combates contra las fuerzas rusas, y que estima que esto podría afectar a entre 200.000 y 220.000 residentes de esa zona.
"No hay absolutamente ningún suministro de gas en la región de Donetsk, han sido reparados todos los gasoductos que podrían repararse, pero, desafortunadamente, el enemigo destruye una y otra vez todo lo que podría calentar a la gente en invierno", aseguró en declaraciones televisadas.
Mientras tanto, aún siguen bloqueados los cereales que están en los puertos de Ucrania, pero las exportaciones podrían reanudarse en los próximos días por primera vez desde que inició la guerra el 24 de febrero, tras la firma de un acuerdo entre Moscú y Kiev con la mediación de Turquía y la ONU.
Vinculado al tema, un fiscal libanés ordenó hoy la incautación de un buque con bandera siria, que atracó en un puerto del norte del país con una carga de cereales que según Ucrania fueron robados por Rusia en zonas ocupadas. (Télam)
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