Putin y Erdogan anuncian un alto el fuego en Siria tras fuerte escalada militar

Los presidentes de Rusia y Turquia, Vladimir Putin y Recep Tayyip Erdogan, anunciaron hoy un acuerdo de alto el fuego para detener los combates del Ejercito turco y rebeldes aliados contra tropas sirias y rusas en el norte de Siria.

Mundo 05 de marzo de 2020 Agencia Télam
Los presidentes de Rusia y Turquía, Vladimir Putin y Recep Tayyip Erdogan, anunciaron hoy un acuerdo de alto el fuego para detener los combates del Ejército turco y rebeldes aliados contra tropas sirias y rusas en el norte de Siria.
Tras reunirse durante seis horas en Moscú, Putin y Erdogan dijeron que una tregua comenzará esta medianoche en la región siria de Idleb y confiaron en que pueda poner fin al sufrimiento de cientos de miles de civiles desplazados por los combates.
La cumbre en el Kremlin era vista como la última oportunidad para terminar con la catástrofe humanitaria resultante de una escalda de hostilidades que además amenazaba con derivar en un enfrentamiento militar directo entre Rusia y Turquía.
Los cancilleres de ambos países dijeron que el acuerdo de alto el fuego debe ser observado desde la medianoche a lo largo de las líneas de frente actuales en Idleb, el último bastión rebelde en Siria.
El acuerdo también contempla establecer un amplio corredor de seguridad de 12 kilómetros a lo largo de la autopista M4, que corre del este al oeste de Siria y pasa por Idleb.
El corredor estará patrullado conjuntamente por tropas rusas y turcas a partir del 15 de marzo.
En declaraciones a la prensa, Putin dijo que el acuerdo con Erdogan fue rubricado en un documento conjunto durante el encuentro.
El pacto alcanzado servirá "como buena base para terminar con los enfrentamientos en la zona de distensión de Idleb, poner fin al sufrimiento de la población civil y contener una crisis humanitaria creciente", dijo Putin, citado por la agencia de noticias rusa Tass.
Turquía ha sufrido fuertes bajas entre los miles de militares que ha enviado al norte de Siria desde diciembre, en su intento de frenar la ofensiva de Siria y Rusia contra rebeldes islamistas apoyados por el Ejército turco.
La ofensiva ha causado una catástrofe humanitaria, con casi 1 millón de personas que han abandonado sus hogares por los combates en el mayor éxodo forzoso de personas en casi nueve años de guerra en Siria, que se cumplen este mes.
Cientos de civiles han muerto por los bombardeos y combates, que también han alcanzado decenas de instalaciones médicas.
La semana pasada, Erdogan, cuyo país alberga ya a 4,1 millones de refugiados y teme una nueva afluencia desde Idleb, decidió la semana pasada dejar de impedir que migrantes salgan de Turquía y crucen a la Unión Europea (UE).
Miles de migrantes se agolparon desde entonces en la frontera terrestre con Grecia, donde se registraron enfrentamientos con guardias fronterizos griegos que los han reprimido para evitar su ingreso.
Hasta ahora, Turquía impedía a los migrantes salir de su territorio en virtud de un acuerdo de 2016 con la UE por el que recibe miles de millones de euros a cambio de asistir a los refugiados en su territorio.
La UE ha acusado a Erdogan de violar el acuerdo para "chantajear" al bloque para que apoye las acciones de Turquía en Siria, que generan rechazo en muchos países europeos que al mismo tiempo son muy críticos del gobierno sirio y del apoyo que le da Rusia.
Horas antes de la reunión en Moscú, un ataque aéreo contra un poblado de Idleb bajo control rebelde alcanzó una granja de aves de corral donde se refugiaban desplazados y mató al menos a 15 personas, entre ellos varios chicos, informaron activistas.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, una G afín a la oposición siria, dijo que el ataque contra el poblado de Maaret Musreen fue lanzado por aviones rusos.
Mientras comenzaba el encuentro en Moscú, Turquía anunció que otro soldado turco murió en un ataque sirio en Idleb, lo que eleva a tres la cifra de militares turcos fallecidos en combate en la región del noroeste de Siria en las últimas 36 horas.
En la capital rusa, Erdogan dijo que había acordado con Putin ayudar a los refugiados a retornar a sus casas.
Hasta esta crisis, Putin y Erdogan habían logrado coordinar sus intereses en Siria pese a que Turquía apoya a los rebeldes y Rusia al gobierno sirio del presidente Bashar al Assad, a quien ha ayudado a recuperar casi todo el territorio del país.
Tanto Rusia como Turquía querían evitar un enfrentamiento directo, pero las grandes diferencias de agenda respecto a Idleb hacía muy difícil negociar un compromiso mutuamente aceptable.
La situación en Idleb es el mayor desafío a las relaciones entre Rusia y Turquía desde una crisis desatada por el derribo de un avión de guerra ruso por parte de las defensas antiaéreas turcas cerca de la frontera con Siria en noviembre de 2015.
Rusia respondió con fuertes sanciones económicas, con una prohibición de viajes a Turquía por turismo y una veda a la importación de la mayor parte de los productos turcos, un castigo que forzó a Erdogan a pedir disculpas.
Las conversaciones en Moscú fueron la décima reunión en poco más de un año entre Putin y Erdogan.
En 2018, ambos habían alcanzado un acuerdo para establecer una zona libre de combates en Idleb, pero el pacto colapsó rápidamente. (Télam)
Te puede interesar
Biden cruzó duramente a Putin.

Biden tildó a Putin de “carnicero”

Agencia de Noticias
Mundo El miércoles

Según el presidente estadounidense, aumentar el impuesto a los multimillonarios hasta el 25 % podría defender a Kiev de "ese carnicero de Putin".

Populares

Suscríbete al Resumen de Noticias para recibir periódicamente las novedades en tu email