Policia francesa desmantelo un campamento de cientos de inmigrantes en Calais

En medio del endurecimiento de politicas migratorias en todo Europa, la policia francesa desalojo hoy 600 personas de un asentamiento en Calais, una ciudad que ya acumula varios episodios de enfrentamientos con los migrantes.

Mundo 04 de junio de 2021 Agencia Télam
En medio del endurecimiento de políticas migratorias en todo Europa, la policía francesa desalojó hoy 600 personas de un asentamiento en Calais, una ciudad que ya acumula varios episodios de enfrentamientos con los migrantes.
Desde la relajación de las medidas para contener el coronavirus y la reapertura de fronteras dentro de la Unión Europea, cientos de migrantes comenzaron a llegar al histórico paso de Calais, en el norte de Francia, con la esperanza de cruzar al Reino Unido de Gran Bretaña.
Esta mañana allí fueron desalojadas por la policía francesa al menos 600 personas, entre las que había 30 niños, informó el diario español El País.
El ministro del Interior francés, Christophe Castaner, avaló la medida vía Twitter, donde argumentó supuestos "disturbios al orden y la tranquilidad pública, en particular para las 50 familias ribereñas que residen en las cercanías".
Según las autoridades locales, los inmigrantes fueron realojados en "diferentes estructuras de recepción" y quienes no tienen familia son trasladados "a centros ubicados en otras regiones francesas".
Pero esta no es la primera vez que ocurre algo así en Calais. En septiembre de 2020 fue desmantelado otro campamento que albergaba a 800 personas. Y más atrás en el tiempo, en 2016, en medio de gran tensión y represión policial, fueron desalojados al menos 9.000 refugiados hacinados en un asentamiento llamado "La Jungla", el más grande de Francia en los últimos años.
Calais es un punto de conexión donde migrantes -que en su mayoría huyen de la pobreza y las guerras de países de África, Oriente Medio y Asia-, esperan poder cruzar el Canal de la Mancha en pequeñas embarcaciones, camiones o autos.
Recientemente, la Justicia británica condenó el alojamiento dado por el Estado a personas que piden ser reconocidas como refugiados en el sur del Reino Unido. Una tensión que comenzó luego de que el primer ministro Boris Johnson lanzara un plan para endurecer su sistema de asilo, con la intención de desalentar la inmigración clandestina.
Por su parte, Dinamarca aprobó ayer un proyecto de ley oficialista para enviar a los solicitantes de asilo a un país fuera de Europa mientras se define su status. (Télam)
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