Petro: el exguerrillero y exalcalde que en su tercer intento esta cerca de ser presidente

Gustavo Petro, candidato del Pacto Histórico, que reúne a fuerzas de izquierda, está cerca de convertirse en presidente de Colombia, si se cumple lo que predijeron las encuestas que lo mostraron en toda la campaña al frente de las preferencias, en el tercer intento por llegar a la Casa de Nariño de este economista que integró la guerrilla, fue alcalde de Bogotá y tuvo varios periodos en el Congreso.
A sus 61 años, Petro apuesta, de alguna manera, a entrar en la historia de Colombia: de integrar un grupo insurgente de izquierda puede pasar a la jefatura de Estado de un país que todos los analistas consideran conservador.
El postulante nació en Ciénaga de Oro, se graduó con un puntaje muy alto y con apenas 17 años ingresó al M-19, una de las varias guerrillas que actuaban por entonces en Colombia y también una de las primeras en retornar a la vida civil, en 1990.
Varios años después de descubrir que es intolerante a la lactosa, Petro usó en el M-19 el nombre ficticio de Andrés Aureliano, su forma de homenaje al Aureliano Buendía de la genial obra de Gabriel García Márquez "Cien años de soledad".
Fue concejal en Zipaquirá, tuvo un cargo diplomático y logró una banca de representante primero y una de senador después. Desde el Congreso empezó a lograr notoriedad, en buena medida en base a sus denuncias de corrupción, contra la llamada "parapolítica" –las relaciones de grupos paramilitares con dirigentes- y de los casos de "falsos positivos", los asesinatos de desocupados y campesinos presentados por el Ejército como guerrilleros muertos en combate.
Todo eso lo ayudó a llegar en 2012 a la alcaldía de Bogotá, de donde fue destituido después de una investigación sobre el sistema de recolección de residuos. Se le prohibió entonces ejercer cargos públicos por 15 años, pero esa sanción fue un búmeran para los sectores que lo tumbaron: Petro logró un impulso popular de relevancia y, además, la Corte IDH lo repuso en el cargo en 2014.
Ya había hecho por entonces, en 2010, un primer intento por la presidencia, cuando consiguió un 9% de los votos. Haría otro en 2018, cuando con un 25% de los sufragios, obtuvo el derecho de disputar la segunda vuelta, que perdió con el ahora presidente Iván Duque.
Para este tercer intento armó una alianza que reúne a fuerzas y movimientos de izquierda, pero con una búsqueda que le permitió sumar hasta a sectores evangelistas. Y eligió, además, a una mujer negra y feminista como compañera de fórmula, Francia Márquez.
En el Pacto Histórico están Colombia Humana, la Unión Patriótica, el Partido Comunista, el Movimiento Alternativa Indígena y Social, Polo Democrático, Todos Somos Colombia, Partido del Trabajo y el Movimiento de Acción Democrática, junto a otros cinco sellos.
Pero logró además quebrar voluntades del Partido Liberal –que formalmente van con Gutiérrez- y del Partido Verde para que lo respalden, junto a movimientos de militares, de figuras del deporte y de la cultura que se pronunciaron por su candidatura.
Su discurso en favor de profundas reformas sociales y económicas alienta las advertencias de quienes lo consideran un camino hacia el castrochavismo, lo tildan de comunista o lo consideran un "populista peligroso".
Nada de eso pareció afectar el desempeño del Pacto en las legislativas de marzo, cuando hizo su mejor elección histórica. El domingo se sabrá si eso alcanza para que la izquierda llegue por primera vez al poder en el país, o si habrá que esperar a junio para tener una respuesta. (Télam)