Los padres del suboficial de la Policía Edelio Morínigo, secuestrado hace cuatro años y medio por el Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), se reunieron hoy con el ministro del Interior, Juan Ernesto Villamayor, quien les reiteró el "compromiso" del Gobierno de rescatar "sano y salvo" al agente, a quien su familia considera “un prisionero de guerra”.
El encuentro apuntó a informar a Obdulia Florenciano y a Apolonio Morínigo sobre el "esfuerzo" que están realizando las fuerzas de seguridad para "dar con el paradero" de su hijo, informó el Ministerio.
El policía fue secuestrado en julio de 2014 mientras participaba en una partida de caza en el norte del país, la zona con presencia del EPP, que entonces ofreció al Gobierno un canje de prisioneros por Morínigo, propuesta que el Ejecutivo rechazó.
La última prueba de vida que se tuvo del agente es un video difundido en octubre de 2014 por el EPP y en abril de 2018 la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) encontró un documento en el que se señalaba que el joven estaba muerto, aunque no se confirmó.
Los padres de Morínigo se reunieron en agosto pasado con el nuevo presidente, Mario Abdo Benítez, quien les aseguró que reforzaría tecnológica y operativamente la FTC, encargada de luchar contra el EPP.
Villamayor anunció esta semana una "reestructuración" de la FTC, debido a la falta de resultados, tanto en la lucha contra la guerrilla, como en la localización de los secuestrados, y reveló que los servicios de inteligencia sabían de la capacidad operativa de la guerrilla y el número de integrantes.
El Gobierno paraguayo atribuye al grupo, fundado en 2008, tres ataques a fincas privadas desde el pasado agosto, el último registrado el 22 de diciembre en una explotación ganadera de San Pedro, donde murió un guardia de seguridad.
“Somos una familia preocupada y desesperada por la desaparición de Edelio. Él está privado de su libertad. Nosotros seguimos en la lucha, seguimos detrás de las autoridades”, dijo Florenciano, según el diario ABC Color.
La madre del agente dijo que su hijo “merece vivir y disfrutar de la vida” y los consideró “un prisionero de guerra”. “La esperanza es lo último que se pierde”, exclamó. (Télam)