Nicaragua rechazó hoy las pretensiones de Estados Unidos de “controlar” a su gobierno, ratificó que seguirá “firme” en la defensa de sus intereses y le recomendó al secretario de Estados norteamericano, Mike Pompeo, “reflexionar con más paciencia” sobre la región.
"¿Nos amenazan? Ni modo. Seguiremos de frente con nuestra posición, con nuestra defensa de los intereses nacionales, fortaleciendo el espíritu de la democracia de solidaridad, de hermandad, entre los países hermanos, progresistas, procurando fortalecer la unidad e integración de América Latina", remarcó el ministro de Relaciones Exteriores nicaragüense, Denis Moncada.
Igual que Venezuela, Nicaragua salió al cruce de las gestiones de Pompeo en la región -durante su visita a Brasil y Colombia- para crear un frente común contra Caracas, Managua y La Habana, los tres gobiernos que el funcionario norteamericano calificó como "regímenes autoritarios".
Moncada le recomendó a Pompeo a "reflexionar con más paciencia" sobre los hechos en el sur del continente americano, que está formado por "Estados libres, soberanos, independientes y orgullosos de su propia dignidad e identidad nacional que hacen su política interna".
En declaraciones al sitio de noticias Sputnik, el canciller lamentó que las palabras de Pompeo muestren que Estados Unidos "sigue aplicando la Doctrina Monroe".
"Se creen predestinados a controlar a los países de América latina, al que siguen considerando su patio trasero, lo cual nosotros no aceptamos y rechazamos, definitivamente", recalcó, y condenó las sanciones del gobierno de Donald Trump como medidas unilaterales que solo buscan de forma "ilegal" y "antidemocrática" debilitar a los gobiernos progresistas.
Pompeo se vio ayer con sus pares de Brasil y Colombia, en reuniones bilaterales en las que señaló a Venezuela y Nicaragua como las principales preocupaciones de Estados Unidos en el continente.
Además, Moncada acusó al secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), el uruguayo Luis Almagro, de ser "un agente del imperio" que apoya a los "golpistas" por pedir la aplicación de la Carta Democrática contra Nicaragua, lo cual podría llevar a la suspensión del país como Estado miembro.
Almagro "está siguiendo los lineamientos del Departamento de Estado y del embajador de Estados Unidos en la OEA", Carlos Trujillo, advirtió.
"Nicaragua no ha dado su consentimiento para que la OEA esté discutiendo sus asuntos internos. Por el contrario, lo que hemos dicho es que Nicaragua va a resolver entre los nicaragüenses sus situaciones internas y no es necesario que la OEA esté interviniendo", enfatizó. (Télam)