Representantes de los talibanes y Estados Unidos finalizaron hoy la cuarta ronda de negociaciones en Qatar sin alcanzar un acuerdo que vislumbre el fin a 17 años de conflicto en Afganistán, un pacto que no llegará, remarcaron los insurgentes, hasta que no se avance en la retirada de las tropas extranjeras.

Las negociaciones, que se prolongaron durante seis días, estuvieron encabezadas por el enviado especial de Estados Unidos para la paz de Afganistán, Zalmay Khalilzad, y por el ex número dos de los talibanes, el mullah Baradar Akhund, cuyo nombramiento como jefe de la oficina política en Qatar se conoció el pasado jueves.

"Esta ronda de negociaciones, que giró en torno a la retirada de las tropas extranjeras de Afganistán y otros asuntos vitales, vio progresos; pero como estos asuntos son de naturaleza crítica y precisan de amplios debates, se decidió que las conversaciones (...) se retomarán en encuentros similares en el futuro", informó el portavoz talibán, Zabihullah Mujahid, en un comunicado.

Así los talibanes negaron, como difundieron algunos medios de comunicación, que se hubiera llegado a un acuerdo sobre un alto el fuego o el inicio de conversaciones con el Gobierno afgano, al que consideran una simple marioneta de la administración estadounidense.

"La política del Emirato Islámico (como se autodenominan los talibanes) es muy clara: hasta que se llegue a un acuerdo sobre la retirada de las tropas extranjeras de Afganistán, el avance en otros asuntos es imposible", sentenciaron los insurgentes en la nota, reproducida por la agencia de noticias EFE.

Por su parte, el enviado especial estadounidense anunció en Twitter que la ronda de negociaciones en Doha había concluido, y que ahora se dirigía a Afganistán para "consultas" tras unas reuniones que "habían sido más productivas que en el pasado".

En los últimos meses, insurgentes y estadounidenses han mantenido varias reuniones en Emiratos Arabes Unidos y Qatar, y los talibanes también se reunieron con representantes iraníes en Teherán a finales del pasado diciembre.

Los talibanes amenazaron la semana pasada con "paralizar" todas las conversaciones después de que la parte estadounidense se negara "a tratar la retirada de tropas extranjeras de Afganistán".

Desde el fin de la misión de combate de la OTAN, en enero de 2015, el Gobierno afgano ha ido perdiendo terreno ante los insurgentes y apenas controla el un 56% del país, según datos de la Inspección General Especial para la Reconstrucción de Afganistán (Sigar) del Congreso de Estados Unidos. (Télam)