Los republicanos quieren demandar al Gobierno de EEUU por la vacunacion anticovid obligatoria

El anuncio del presidente estadounidense, el democrata Joe Biden, sobre la obligatoriedad de la vacuna contra el coronavirus para dos tercios de los trabajadores del pais ha desatado indignacion entre los republicanos, que buscan lanzar una demanda

Mundo 10 de septiembre de 2021 Agencia Télam
El anuncio del presidente estadounidense, el demócrata Joe Biden, sobre la obligatoriedad de la vacuna contra el coronavirus para dos tercios de los trabajadores del país ha desatado indignación entre los republicanos, que buscan lanzar una demanda contra el Gobierno.
"Esto parece una dictadura", reaccionaron los republicanos de la Cámara de Representantes, mientras Biden pronunciaba su discurso y afirmaba: "Hemos sido pacientes pero nuestra paciencia se está agotando".
Tras meses intentando convencer a los estadounidenses de que se vacunen, incluso con recompensas, el mandatario adoptó un tono claramente diferente para anunciar su nueva "estrategia": hacer obligatoria la vacunación para unos 100 millones de estadounidenses.
"Todos hemos tenido que pagar por su negativa", aseguró, en referencia a los 80 millones de estadounidenses que aún no están vacunados, es decir, el 25% de la población.
Un día después, la avalancha de reacciones indignadas de los conservadores que apelaban a la "libertad" y amenazaban con acciones legales sigue creciendo.
Se trata de un "ataque a la empresa privada", reaccionó el gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, al anunciar que firmó una orden ejecutiva para "proteger el derecho de los texanos a elegir vacunarse contra la Covid-19", según reportó la agencia de noticias AFP.
"Nos vemos en los tribunales", dijo, por su parte, a Biden el gobernador conservador de Dakota del Sur.
El Partido Republicano "demandará a esta administración para proteger a los estadounidenses y sus libertades", afirmó la presidenta de la formación, Ronna McDaniel.
Al igual que ella, muchos republicanos dicen apoyar la vacuna pero están en contra de la vacunación obligatoria, mientras que otros son escépticos a las vacunas.
El nuevo discurso de Biden parece haber atizado las reacciones de estos sectores.
Esa "no es la forma en que los estadounidenses esperan que sus funcionarios electos les hablen", dijo hoy el exvicepresidente de Donald Trump, Mike Pence, a la cadena Fox News.
Alimentada desde el verano boreal por la variante delta del coronavirus, la pandemia ha matado ya a 650.000 personas en Estados Unidos.
Ante este resurgimiento, el presidente firmó ayer un decreto que obligará a los empleados federales a vacunarse en las próximas semanas, sin la opción de someterse a pruebas periódicas.
La orden ejecutiva también se aplica a los empleados de los contratistas, personal de las residencias de ancianos y escuelas que dependen del Gobierno federal.
Más controvertido aún en un país donde el Ejecutivo es visto con recelo por los conservadores, el decreto se salta el poder Legislativo y la autoridad de los estados en materia de sanidad, y se aplica también al sector privado.
A partir de ahora, los empleados de empresas con más de 100 trabajadores estarán obligados a vacunarse o a someterse a una prueba de detección semanal.
Los demócratas y defensores de las nuevas medidas argumentan, por su parte, que otras vacunas ya son obligatorias en Estados Unidos.
También citan la jurisprudencia y las decisiones de la Suprema Corte, incluida una de 1905 que falló en contra de un estadounidense que se negó a ser vacunado contra la viruela.
Pero esa decisión se aplicó al poder estatal, no al federal, y resta ahora ver si la Casa Blanca puede imponer este requisito por decreto.
En todo caso, la batalla jurídica podría ser feroz.
Las demandas del Partido Republicano "son frívolas", dijo en Twitter Lawrence Gostin, profesor de Derecho de la Universidad de Georgetown, mientras que el lobby Business Roundtable, que representa a las mayores empresas de Estados Unidos, "saludó" la política de Biden sobre el virus.
Consultado hoy por las amenazas republicanas de demandar, el mandatario demócrata se mostró reivindicativo: "Que lo intenten", dijo, y afirmó que estaba "especialmente decepcionado por el hecho de que algunos gobernadores republicanos hayan actuado con tanta ligereza con la salud de los niños".
"No deberíamos estar condenados a este debate político", sentenció. (Télam)
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