La Comisión Europea dejó la puerta libre hoy a la posibilidad de diferir la salida de Reino Unido del bloque, prevista para el 29 de marzo, pero advirtió que para que Londres tome ese camino, primero debe producirse una petición formal y razonada, y después los 27 países decidirían por "unanimidad".

"No ha habido ninguna petición por parte de Reino Unido y, si la hubiera, exponiendo las razones para el aplazamiento, sería una cuestión que correspondería decidir a la Unión Europea (UE), a 27, por unanimidad", resumió en una rueda de prensa el vocero jefe del Ejecutivo comunitario, Margaritis Schinas.

Esta opción cobró fuerza tras la derrota sufrida ayer por la primer ministra Theresa May, cuando la Cámara de los Comunes rechazó con 432 votos en contra y 202 a favor el acuerdo alcanzado con el bloque comunitario sobre las condiciones del controvertido divorcio.

El vocero rechazó especular sobre posibles escenarios para superar el bloqueo provocado por la negativa del Parlamento y apuntó que en estas circunstancias le toca al Gobierno británico aclarar "cuáles son los siguientes pasos".

Unas de las hipótesis que se barajan para evitar un Brexit caótico por la falta de acuerdo antes del 29 de marzo, cuando Reino Unido quedará automáticamente fuera de la UE, es aplazar esta salida para dar más tiempo a las partes a pensar en soluciones alternativas.

Este extremo, sin embargo, no se lo contemplarán formalmente en el bloque comunitario si May no da el paso de pedir esta prórroga, porque es el primer punto de acuerdo a las reglas fijadas por el artículo 50 del Tratado de la UE que recoge las etapas para activar la salida de un Estado miembro.

Schinas tampoco quiso discutir sobre los plazos de aplazamiento posibles, a pesar de que la celebración de elecciones europeas a finales de mayo, en unos comicios en los que en principio ya no debería participar Reino Unido, complicaría alargar más allá la desconexión del país. (Télam)