El Consejo de Seguridad de la U se reunió hoy para discutir los avances de la implementación y el cumplimiento del acuerdo del Estado colombiano con la ahora ex guerrilla FARC y, tras repudiar el reciente atentado del grupo armado ELN contra una escuela de policías, le pidió a Bogotá que siga trabajando por la paz.

"Los trágicos acontecimientos de la semana pasada en Bogotá nos recuerdan una vez más la urgencia de poner fin a la violencia y perseverar en los esfuerzos para garantizar un futuro más pacífico para todos los colombianos", señaló el enviado de la U en Colombia, Carlos Ruiz Massieu, al presentar el estado de situación del país ante el Consejo de Seguridad.

"En el rápido rechazo del ataque en todo el espectro político de Colombia y en las marchas celebradas en el país el pasado domingo, los colombianos demostraron su consenso cada vez más amplio contra la violencia", agregó desde la sede neoyorquina de la U, según la agencia de noticias EFE.

El tema principal de la agenda de la reunión era el avance y el cumplimiento del acuerdo de paz firmado entre las ex FARC y el ex gobierno de Juan Manuel Santos en 2016.

Sin embargo, el atentado de la semana pasada contra la Escuela de Cadetes de la Policía de Bogotá, que dejó 21 muertos y 68 heridos y fue reivindicado por la actual principal guerrilla del país, el Ejército de Liberación Nacional (ELN), marcó el encuentro.

Tanto la U como los países miembros del Consejo de Seguridad volvieron hoy a condenar el ataque y a trasmitir su solidaridad a Colombia.

Ruiz Massieu, quien asumió recientemente el puesto en sustitución del francés Jean Arnault, concluyó su presentación pidiéndole al gobierno de Iván Duque que siga comprometido y avanzando con la paz firmada con las ex FARC.

La embajadora británica ante la U, Karen Pierce, señaló que "el ataque subraya la importancia del fin del conflicto con las FARC" y recordó la necesidad "de seguir adelante en la implementación del acuerdo para consolidar la paz y construir estabilidad".

El representante estadounidense, Jonathan Cohen, en tanto, destacó los progresos logrados por el país y cómo se ha convertido "en una inspiración" para todo el mundo.

No obstante, advirtió que no es momento de "caer en la complacencia, como demuestra el mortífero coche bomba en Bogotá" la semana pasada.

Francia, a través de su embajador, Francois Delattre, recordó que en este momento de "tristeza" por el atentado, es importante no olvidar la "esperanza nacida del proceso de paz entre el gobierno de Colombia y las FARC".

Aunque el apoyo al gobierno gobierno fue unánime, tanto Ruiz Massieu como algunos de los representantes de los países miembros del Consejo de Seguridad expresaron su creciente preocupación por los ataques y la violencia sistemática que sufren líderes sociales y defensores de los derechos humanos en Colombia.

El enviado de la U, por ejemplo, destacó que la "oleada de asesinatos" vivida en los primeros días de este año, con siete muertos en siete días.

El tema que, por el contrario, no fue mencionado -pese a la lluvia de críticas que provocó entre los opositores y muchos defensores de derechos humanos colombianos- fue la decisión del gobierno de Duque de poner fin de manera definitiva al diálogo de paz que había iniciado el anterior presidente Santos con el ELN en la capital de Cuba, siguiendo el ejemplo del caso de las FARC.

Duque decidió finalizar el diálogo de paz luego que el ELN reivindicara la autoría del atentado contra la escuela de policías de Bogotá y le pidió a La Habana que entregué a los líderes de la guerrilla que se encuentran allí como negociadores. (Télam)