La Revolucion Mexicana impacto en los politicos y en las sociedades latinoamericanas

Ante la conmemoración de los 200 años de independencia mexicana, Lucio Oliver Costilla, un veterano pensador de la vida política mexicana y un referente en la Sociología latinoamericana, analizó con Télam qué rol jugó este país y qué influencia tuvo a lo largo de estos dos siglos en la política regional.
Para el doctor, investigador y profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México, el país apoyó desde bien temprano las iniciativas latinoamericanas que buscaban garantizar la soberanía política y económica frente a Estados Unidos, un liderazgo que terminó de cimentar a principio del siglo XX: "La Revolución Mexicana impactó en los políticos y en las sociedades latinoamericanas".

Télam: ¿Qué rol asumió México en la política latinoamericana en estos 200 años?
Lucio Oliver Costilla: México, como el resto de los países latinoamericanos, durante el siglo XIX estuvo enmarcado en luchas internas para formarse como Estado nación. Jugó un papel poco activo en la política latinoamericana, con excepción de la relación intensa que tenía, por motivos obvios, con el Caribe y Centroamérica. Pero en ese período también apoyó algunas iniciativas de otros países que tenían un papel un poco más activo como por ejemplo Argentina en la primera reunión panamericana, en la propuesta conjunta de los latinoamericanos a finales del siglo XIX.
T: ¿Cuál fue la propuesta latinoamericana de Argentina que apoyó México?
LOC: Generar un polo donde los latinoamericanos tuvieran sus propias directrices políticas como región, sobre todo frente a lo que se mantenía como la política estadounidense de destino manifiesto de ser líder.
T: La doctrina Monroe.
LOC: Sí, y Argentina encabezó una resistencia activa muy importante que México apoyó para enfrentar esa doctrina Monroe y tratar de implementar una política de desarrollo propio.
T: ¿Eso devino en algún espacio o política concreta?
LOC: Devino en una serie de acuerdos y, sobre todo, en que Estados Unidos no pudiera imponer sus políticas. Fue, en ese momento, una resistencia exitosa.
T: ¿Esto se mantuvo en el siglo XX?
LOC: Ahí cambiaron un poco las cosas. México logró derrocar una dictadura de 30 años, una dictadura que impulsó una política de exportación muy fuerte con empresas transnacionales, que había mantenido relegados a los trabajadores de la ciudad y sobre todo a las comunidades indígenas originarias. Esa dictadura de Porfirio Díaz mantuvo el poder de los terratenientes sobre la sociedad. Esto produjo una gran revolución en 1910 y, aunque hubo un golpe de Estado, la población que estaba en la lucha electoral supo enfrentar muy bien. Es de los pocos golpes de Estado que fueron derrotados. El golpe de Estado de Victoriano Huerta fue derrotado por la propia revolución que se profundizó en sus demandas económico sociales y de derechos.
T: ¿Qué influencia tuvo esta revolución en América Latina?
LOC: Fue sumamente importante porque México fue de los pocos casos que hubo una posibilidad de una autonomía soberana. Es decir, sin compromisos, fue una revolución política de recuperación no solo de la democracia electoral, sino también de la soberanía. Tuvo una expresión económico social, de ahí surgió la primera constitución social plena de derechos que ratificaba el derecho de la nación a hacer uso de su subsuelo. Tuvo una política de reforma agraria y de nacionalismo. Fue muy importante y dio lugar a un Estado que fue conocido como nacional revolucionario y ya en los años 40 como nacional desarrollista muy fuerte. De hecho fue en aquella época el primer país que derrotó a la oligarquía económica.
T: ¿Eso generó movimientos similares en América Latina?
LOC: Exactamente, sobre todo en países que no habían tenido la posibilidad de hacer avanzar cierta modernidad. Por ejemplo, en Argentina hubo todo un movimiento de modernización urbana con leyes democráticas a mediados de los años 10 y de los 20 con el movimiento yrigoyenista. En Uruguay hubo un movimiento similar, en Brasil hubo una revolución modernizadora menor pero que significó una modernización de las ciudades con una revolución en los años 30 en el estado de San Pablo que después se volvió nacional a partir de la política de (Getulio) Vargas. Todo eso generó en Argentina, en Uruguay, en Brasil y en Chile una serie de políticas en donde los grupos urbanos democráticos electorales impusieron derechos, impusieron incluso derechos sociales, pero en una especie de acuerdo con las oligarquías de no intervenir en el campo, de dejar el campo sin intervenciones. Frente a eso, la experiencia mexicana es totalmente distinta porque aquí se derrotó a la oligarquía agraria y se lo eliminó del poder político. México abrió el espacio para realizar una gran reforma agraria que se llevó a cabo en los años 30, que fue muy universal e importante para México. Superó la situación de crear Estados con compromiso como hubo en América del Sur, que después tuvo efectos en el apoyo de esas oligarquías a golpes de Estados y dictaduras militares que no fue en el caso de México. Por eso fue tan importante lo que sucedió en México.
T: ¿Fue una influencia directa para pensadores y líderes de la región?
LOC: Sí, llamó la atención también a otros políticos e intelectuales, sobre todo en algunos donde el Estado estaba muy destruido como por ejemplo en Perú, con (José Carlos) Mariátegui que se entusiasmaron muchísimo con la experiencia mexicana porque veían ahí la posibilidad de recuperar un Estado nacional que ellos habían perdido con la Guerra del Pacífico. Claro, había habido en el mundo una revolución todavía más radical como la Revolución Rusa, pero en América Latina la revolución que impactó en los políticos y en las sociedades latinoamericanas fue la Revolución Mexicana. Incluso en términos culturales, el Estado que surge de ahí es un Estado con mucha creatividad cultural que logra influir en la vida cultural de América Latina. Hasta los años 30, 40, 50, que se produjo el decaimiento de ese Estado nacional, fue quizás el Estado político más fuerte de toda América Latina porque tenía una cohesión que no tenían otros Estados en América Latina. (Télam)