La Iglesia italiana se sumó hoy a las críticas que recibió la ley anti-inmigración impulsada por el gobierno de la Liga Norte y el Movimiento Cinco Estrellas y aseguró que es "equivocado y exagerado" relacionar la cuestión inmigratoria con la seguridad.
"Los inmigrantes son un drama humanitario por el que la Iglesia se siente interpelada en modo obligatorio en su conciencia y en su misión", planteó en declaraciones a la prensa el secretario general de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI), Stefano Russo, al evaluar la asamblea plenaria de la institución que se desarrolló en Roma.
Las declaraciones de la Iglesia italiana se dan luego de una serie de críticas de opositores a la ley que restringe la solicitud de permisos de residencia y aumenta las causas para expulsar inmigrantes. En los primeros días de enero, varios alcaldes de todo el país se negaron a implementar la norma conocida como "ley Salvini", por el ministro del Interior y vicepremier, Matteo Salvini.
"El consejo de la CEI rechaza las palabras y actitudes de exclusión que consideran al otro como un peligro o una amenaza", aseveró la conducción eclesiástica de la península.
"Asimilar el discurso de la seguridad con el tema de los inmigrantes es exagerado y del todo equivocado", agregó Russo.
Las declaraciones de Russo se dan en un contexto de aumento de las críticas de la Iglesia local y de sectores del Vaticano hacia la política inmigratoria que impulsa el xenófobo Salvini.
En ese marco, el jesuita Antonio Spadaro, colaborador externo del papa Francisco y director de la revista La Civiltà Cattolica, aseguró en las últimas horas que "la necesidad de seguridad nos está desestabilizando".
A inicios de enero, el alcalde de la capital siciliana Palermo, Leoluca Orlando, anunció la suspensión de la aplicación de la ley anti-inmigración que el Parlamento italiano votó en noviembre y que dificulta los permisos de residencia a extranjeros.
"Emito la disposición de suspender, para los extranjeros que puedan estar involucrados en la controvertida aplicación de la ley, cualquier procedimiento que pueda afectar los derechos fundamentales de la persona con referencia particular, pero no exclusiva, a los procedimientos de registro de la oficina de registro", dispuso Orlando.
Entre otros puntos, la norma aprobada en noviembre establece la abolición de los permisos de residencia tradicionales por motivos humanitarios, que serán reemplazados por unos más específicos dedicados al "mérito civil", "cuidados médicos" o "si el país de origen vive una situación de calamidad natural".
Hasta ahora, este tipo de permisos humanitarios aseguraba un permiso de residencia de dos años y derecho a un visado de trabajo para los inmigrantes que encontraran un empleo, además de acceso a centros de formación en lenguaje y otro tipo de actividades.
Además, la ley establece la "ampliación de delitos que provocan la revocación del permiso de residencia", y que ahora abarcará la violencia sexual, la venta de droga, y la violencia a oficiales públicos.
(Télam)