La crisis interna que fragmentó al partido progresista español Podemos por las diferencias de estrategia entre sus dos máximos referentes, Pablo Iglesias e Íñigo Errejón, se cobró hoy otra víctima con la renuncia del líder regional de Madrid, Ramón Espinar, en un momento en el que se intentaba buscar un acuerdo.
"No se dan las condiciones para llevar el proyecto de Podemos en Madrid hacia donde creo que debe dirigirse", aseguró Espinar en una carta publicada en Twitter.
Por medio de la misiva, Espinar, de 32 años, anunció su dimisión a todos los cargos que ostentaba en Podemos, partido del que era Secretario General en la Comunidad de Madrid, diputado regional, y vocero en el Senado.
"Participar en un proyecto político implica compartir valores, ideas y ponerlas en marcha. Liderarlo es un ejercicio de responsabilidad que implica proponer el rumbo y dirigir el esfuerzo colectivo", explicó el dirigente político, quien siempre defendió el proyecto de Iglesias frente a los planteamientos de la corriente "errejonista".
Podemos se está desangrando por una crisis interna que se abrió en la antesala de las elecciones municipales y regionales que se celebran en mayo en España, a raíz de la decisión de Errejón de presentarse como candidato a la presidencia de la Comunidad de Madrid con otra marca electoral.
Sin consultarlo con la cúpula del partido, el cofundador de la fuerza política de izquierda decidió aliarse con la actual alcaldesa de Madrid, la jueza Manuela Carmena, que impulsa una candidatura ciudadana llamada "Más Madrid".
A raíz de esta decisión, Iglesias y su grupo presionaron a Errejón para que dejara el partido, pero sólo lograron que el político renunciara a su escaño en el Congreso de los Diputados.
Errejón defendió su apuesta de candidatura integrada, mientras Iglesias amenazó con presentar un candidato para competir contra él por la presidencia de Madrid.
Ante esta fractura de Podemos a las puertas de una cita electoral clave, otros líderes regionales del partido se movilizaron en busca de una solución para recomponer la unidad del partido y poner fin a la guerra interna.
En este contexto se produjo la dimisión de Espinar, un fiel a Iglesias que ahora no está de acuerdo con el intento de reconducir la situación, que apuntaba a una negociación para que se presente una candidatura única, validando así la estrategia de Errejón.
Espinar, quien continuará como militante de Podemos, fue protagonista de algunas polémicas, la más sonada en noviembre de 2016, cuando reconoció haber vendido una vivienda de protección oficial por 35.000 euros más de lo que había sido autorizado por tratarse de un inmueble subvencionado.
La agudización de la crisis de Podemos preocupa al gobierno del socialista Pedro Sánchez, que depende de la apoyo del partido progresista para aprobar los presupuestos que son claves para la estabilidad de su mandato. (Télam)