España y Marruecos impiden saltar la valla fronteriza de Melilla a unos 350 migrantes

Alrededor de 350 migrantes intentaron escalar la valla que separa a Marruecos del enclave español de Melilla esta madrugada, pero ninguno logro cruzar tras la intervencion de efectivos a ambos lados de la frontera, informo hoy el Gobierno español.

Mundo 28 de agosto de 2021 Agencia Télam
Alrededor de 350 migrantes intentaron escalar la valla que separa a Marruecos del enclave español de Melilla esta madrugada, pero ninguno logró cruzar tras la intervención de efectivos a ambos lados de la frontera, informó hoy el Gobierno español.
"Las fuerzas marroquíes informaron de la presencia de un grupo de unos 350 subsaharianos por las inmediaciones de (el puesto fronterizo de) Beni Enzar, por lo que las fuerzas españolas activaron el helicóptero y se desplazaron hasta la zona efectivos del dispositivo antiintrusión", explicó un vocero del Gobierno español.
Agregó que "gracias a la actuación de la Guardia Civil y a la colaboración activa de las fuerzas de seguridad marroquíes, de los 350 migrantes subsaharianos ninguno logró entrar en Melilla", informó la agencia de noticias Europa Press.
Otro grupo de más de 300 personas había intentado cruzar a Melilla el 20 de agosto y también fueron retenidos, recordó la agencia de noticias AFP.
Tres días antes, otras 150 personas asaltaron la valla pero solo 50 pudieron ingresar a Melilla, mientras que el 22 de julio más de 230 migrantes lograron meterse en una de las mayores flujos de los últimos años.
Los dos pequeños enclaves españoles de Ceuta y Melilla tienen la única frontera terrestre de la Unión Europa (UE) con África, lo que los convierte en un imán para los inmigrantes desesperados por escapar de la pobreza y el hambre.
A mediados de mayo, España fue tomada por sorpresa cuando más de 10.000 personas nadaron o utilizaron pequeños botes inflables para cruzar a Ceuta mientras las fuerzas fronterizas marroquíes miraban hacia otro lado.
La afluencia se produjo durante una crisis diplomática entre España y Marruecos, en la que Madrid enfureció a Rabat al permitir que un líder separatista del Sahara Occidental fuera tratado en un hospital español.
La brecha fronteriza fue considerada en general como una medida punitiva por parte de Marruecos. Aunque la mayoría de los migrantes fueron devueltos de inmediato, todavía quedan en territorio español cientos de menores no acompañados.
El Gobierno del país europeo intentó avanzar con las repatriaciones, pero la acción fue frenada por la justicia al considerar que no se cumplían los trámites legales y ante la posible vulneración de derechos de los niños. (Télam)
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