Envian un alerta a carceles de Paraguay ante el temor de nuevas revueltas

El Ministerio de Justicia de Paraguay emitió hoy una alerta máxima para cárceles de todo el país ante el temor de que se produzcan otros motines o revueltas, como la sucedida el martes último en la Penitenciaría Nacional de Tacumbú, donde murieron siete presos.
Tras el sangriento episodio de Tacumbú, protagonizado por internos que tuvieron de rehenes a un grupo de guardiacárceles, se lanzó un alerta máxima en las cárceles para que directores y jefes de los penales adopten medidas especiales.
El viceministro de Justicia, Rubén Maciel Guerreño, sostuvo en el canal NPY que el motivo es que reclusos de Tacumbú mantienen contacto con otros centros penitenciarios, según el diario asunceño Última Hora.
"Por esta razón todo directivo y jefe de seguridad ya están tomando medidas al respecto, para evitar una situación que pueda causar disturbios o que pueda afectar a la vida o integridad física de la persona privada de libertad", explicó Maciel Guerreño.
Recalcó el funcionario que se aspira a "salvaguardar la integridad física y la vida de los reclusos, ya que son personas que están bajo custodia del Estado" y reveló que ya se dispusieron algunas acciones para el pabellón donde se registró el motín en Tacumbú.
La versión más firme sobre el origen de la revuelta es que se trató de una protesta por la idea de trasladar a un preso, que el gobierno señala como parte de un plan de fuga.
"El traslado de esta persona, Orlando Efrén Benítez, se dio sobre la investigación de un posible plan de fuga, que él estaría planificando incluso financiando un plan masivo de Tacumbú. Todo confirma que aparentemente es real", reforzó el viceministro.
Varios lugares quedaron destruidos en el penal, con rejas arrancadas y otros destrozos que se dieron durante el motín, que incluyó quema de colchones y enfrentamiento entre internos con armas blancas de fabricación casera, en el sector que los reos denominan "Camboya" o "La Jungla".
Última Hora afirma que una versión atribuye los disturbios al llamado Clan Rotela, un grupo criminal que sería responsable de las siete muertes, con tres de las víctimas decapitadas. (Télam)