En Peru puede haber sorpresas no previstas por las encuestas, opina un experto de Celag

El ingeniero y antropólogo Sergio Pascual afirmó que el balotaje del domingo próximo en Perú puede deparar sorpresas no previstas por las encuestas, porque estas no tienen en cuenta el voto de los residentes en el exterior y tienen "dificultades" para medir la intención de sufragio en las zonas rurales y entre aquellos que se avergüenzan de su decisión.
En conversación telefónica con Télam, consideró además que el sistema político peruano "hace agua" porque "no hay ninguna fuerza que le dé solidez" y consideró "materialmente imposible" que en el próximo período de Gobierno no se repita el conflicto entre el Poder Ejecutivo y el Congreso que caracterizó al período que está por concluir.
Pascual fue el primer secretario ejecutivo de Podemos y diputado en el Congreso de España, e integra el Consejo Ejecutivo del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag), en el que se especializa en el análisis y la observación electoral en Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú.
- Télam: ¿Qué novedades trajo este proceso electoral en Perú, en relación con los anteriores?
- Sergio Pascual: Creo que aunque el proceso parece muy novedoso, porque los dos candidatos son inesperados, en la práctica esta aparente "anomalía" es fruto de una continuidad, que es la de una partidocracia completamente en descomposición, que no ha conseguido que ninguno tuviera más de 15% o 20% en la última elección. Ese es el rasgo que permite entender qué ha pasado en estas elecciones. Lo que sí es una absoluta novedad es que no se cuela ningún candidato del establishment en la segunda vuelta. Lo que no obstó para que todo el establishment se volcara a favor de Keiko Fujimori una vez conocidos los resultados de la primera vuelta. Pero la descomposición es parecida a la de 2016, cuando se tumbaron a César Acuña y Julio Guzmán (cuyas candidaturas fueron inhabilitadas antes de la primera vuelta). El hecho de que haya un candidato populista antisistema de izquierda y una populista de derecha demuestra que el sistema hace agua, que no hay ninguna fuerza que le dé solidez.
- T: En su opinión, ¿el debate del último domingo sirvió para decidir a algunos indecisos o fue más de lo mismo?
- SP: Creo que no. Fue bastante plano. Ambos piensan que están bien posicionados y ninguno de los dos arriesgó demasiado. Hay que reconocer que Pedro Castillo le infligió algún golpe a Keiko, sobre todo en el caso de las esterilizaciones forzadas y los crímenes de lesa humanidad de su padre. Y Keiko no logró hacer aparecer a Castillo como un dirigente peligroso que va a desbarrancar el país.
- T: Alguien advirtió que las encuestas no miden la intención del voto de los peruanos que viven en el exterior. ¿Pueden esos votantes modificar la tendencia que muestran los sondeos?
- SP: Podrían, eventualmente, claro. Es plausible que pudieran llegar a inclinarse por la candidata que tiene el apoyo liberal, sin ser liberal ella. Tradicionalmente, la migración tiene un sesgo más conservador, sobre todo la que está en EEUU y Europa, no tanto en el resto de América Latina. También es probable que las encuestas no midan el peso que tiene la candidatura de Castillo en los sectores rurales, en los que tradicionalmente hay más abstencionismo. Como sucedió con (el presidente Luis) Arce en Bolivia, que al final tuvo una ventaja de más de 20 puntos. Es difícil para las encuestadoras medir las movilizaciones extraordinarias, sobre todo si ocurren en el ámbito rural. Y hay otro factor que hace más complejo el trabajo de las encuestadoras: el voto oculto. Cuando dices que vas a votar a Castillo y te acusan de "terruco" (terrorista), o si vas a votar a Keiko eres cómplice de la corrupción y la dictadura, con tal polarización es posible que mucha gente no diga su voto en las encuestas.
- T: ¿Será posible evitar en el próximo período de Gobierno el conflicto entre el Poder Ejecutivo y el Congreso que caracterizó al quinquenio que está por terminar? ¿Qué se necesita para eso?
- SP: Es materialmente imposible. Hay que tener en cuenta que el Legislativo en Perú se conforma con la elección presidencial de primera vuelta. El Congreso ya está conformado y ya sabemos que está ultra atomizado. Va a ser prácticamente imposible conseguir mayorías estables, y eso apunta a un Congreso multiclientelizado en el que muchos buscarán sus ventajas personales y usarán las prerrogativas constitucionales para bloquear al Ejecutivo. Esas prerrogativas son mucho mayores que en otras democracias latinoamericanas y eso conducirá a una legislatura complicada, más en el caso de que Castillo sea el presidente pero también en el caso de que lo sea Fujimori. Castillo tiene un opción de desbloqueo que es la asamblea constituyente que ha prometido.
- T: ¿Qué cambios sustantivos pueden esperarse si gana Castillo y cuáles si gana Fujimori?
- SP: Si gana Fujimori va a haber muy pocos cambios. Es la candidata del continuismo, la han apoyado todos los partidos que representan el continuismo. Es la representante de la Constitución que escribió su padre y la continuidad del modelo neoliberal. Lo que pasa es que en Perú el modelo neoliberal llegó tan lejos que es difícil pensar en una profundización. En el caso de Castillo, creo que va a haber un giro socialdemócrata, con una progresiva y acelerada reforma fiscal para que el Estado pueda recuperar fondos de aquellos sectores que los han evadido. Y su intención, según anuncia, es empezar a revertir ese agujero fiscal para invertir en sanidad y educación principalmente. También nos encontraríamos en un período en que la derecha peruana se resistiera a admitir esto, con su capacidad mediática y económica, y pudiera ponerle difícil a Castillo su plan de redistribución de la riqueza. (Télam)