El lunes 26 se concretara la reapertura de la frontera entre Colombia y Venezuela

Venezuela y Colombia reabriran sus fronteras comunes, con la reanudacion de la conexion aerea y del transporte de carga, el 26 de septiembre, anunciaron hoy los presidentes Gustavo Petro y Nicolas Maduro, poco mas de un mes despues del cambio de

Mundo 09 de septiembre de 2022 Agencia Télam
Venezuela y Colombia reabrirán sus fronteras comunes, con la reanudación de la conexión aérea y del transporte de carga, el 26 de septiembre, anunciaron hoy los presidentes Gustavo Petro y Nicolás Maduro, poco más de un mes después del cambio de Gobierno en territorio colombiano y, aunque el proceso será paulatino por la complejidad que supone, se trata de un paso enorme en el proceso de normalización de las relaciones, interrumpidas hace tres años.
La frontera bilateral de unos 2.000 kilómetros fue la zona en la que se expresó siempre la tirante relación mientras Iván Duque ocupó la presidencia colombiana: cerrada en 2015 por decisión de Maduro tras una “emboscada” a militares venezolanos, tuvo luego aperturas parciales hasta la clausura definitiva en 2019, lo que alimentó el tránsito ilegal.
En un movimiento evidentemente acordado, Petro y Maduro destacaron en sus redes sociales la decisión política de la reapertura, prometida por el exalcalde de Bogotá cuando estaba en campaña para buscar el Palacio de Nariño.
"El próximo 26 de septiembre daremos apertura a la frontera entre Colombia y Venezuela. Como primer paso, se reanudará la conexión aérea y el transporte de carga entre nuestros países", anunció Petro en su cuenta de Twitter, en la que celebró “el compromiso del Gobierno por restablecer las relaciones de hermandad".
Maduro le correspondió casi de inmediato y por la misma vía: "Me alegra mucho anunciar que a partir del 26 de septiembre daremos apertura conjunta a las fronteras entre Venezuela y Colombia. Además, reanudaremos los vuelos entre Caracas-Bogotá y Valencia-Bogotá".
"El intercambio y la cooperación entre nuestros pueblos, reinician con buen pie", ponderó el presidente bolivariano.
Desde la jura de Petro, el 7 de agosto, Bogotá y Caracas vienen cambiando gestos de acercamiento: charla telefónica entre sus presidentes, designación de embajadores y reuniones de equipos técnicos, en todos los casos con avances concretos.
El anuncio de hoy se dio después de que ayer delegaciones técnicas de los dos países pulieran cuestiones de seguridad, movilidad, migración y cooperación internacional, como parte de la recomposición de la relación.
La Cancillería colombiana explicó al respecto que se trabajaron "temas prioritarios para la apertura de la frontera, además de asuntos logísticos, de coordinación, articulación y seguimiento: puntos focales, cronograma, mesas de trabajo, reuniones territoriales y sectoriales".
Poco antes, el 29 de agosto, Maduro recibió las cartas credenciales del embajador designado por Colombia, Armando Benedetti, y el miércoles último Petro hizo lo propio con Félix Plasencia, el elegido de Caracas para representar al Gobierno en Bogotá.
Los dos países comparten una extensa frontera terrestre de 2.219 kilómetros y una relación histórica, cultural, comercial y de hermandad. Sus relaciones diplomáticas datan del 27 de noviembre de 1831.
El canciller venezolano, Carlos Faria, destacó el paso anunciado hoy como resultado de “las voluntades políticas de los presidentes, clave para este comienzo en el acercamiento económico, social y en lo humano”. “Dos pueblos hermanos decididos a avanzar", subrayó el diplomático en su cuenta de Twitter.
El embajador Benedetti, en tanto, indicó en la misma red que restaurar las relaciones implica "empezar de cero" y buscó ser cauto por la complejidad que implica la normalización.
"Hay que revisar la infraestructura de puentes y vías; encontrar locales para consulados; reactivar transporte de carga y pasajeros; reactivar el comercio; ocuparse de la infraestructura de salud y educativa y de la reapertura de pasos existentes y nuevos pasos", explicó.
Sobre la conexión área, reveló que desde los ministerios de Comercio y Transporte, junto al área Aerocivil, "ya han adelantado conversaciones para restablecer vuelos directos Bogotá-Caracas con Avianca, Latam, Ultra y Wingo”, mientras que en Venezuela “ya está aprobada Avior y en revisión Laser Airlines".
Le tocó al ministro del Interior colombiano, Alfonso Prada, abordar una cuestión central bilateral: la situación de los miles de migrantes venezolanos que cruzaron la frontera.
En el acto de celebración del Día Nacional de los Derechos Humanos en la Procuraduría, Prada remarcó que “en la mitad” del anuncio “están los seres humanos, los venezolanos que han llegado a territorio colombiano”, a quienes “hay que pedir perdón por la estigmatización” a la que fueron sometidos.
“Comienza un nuevo día con la apertura de la frontera, con la dinamización de nuestras relaciones. Esto ayudará a que se recupere ese estatus maravilloso de eficacia de los derechos humanos”, subrayó Prada.
El intercambio comercial colombo-venezolano llegó a alcanzar los 7.200 millones de dólares en 2008, pero los cierres parciales y luego total derrumbaron esas cifras y la cámara del sector proyecta, según el diario bogotano El Espectador, unos 1.200 millones para este año, después de que en 2021 llegara apenas a los 400 millones.
Para una segunda etapa quedará una oferta que Maduro le hizo a Petro el mes pasado: una Zona Económica Especial (ZEE) binacional que podría arrancar en la región que conecta al estado venezolano del Táchira con el departamento colombiano del Norte de Santander.
El anuncio de los presidentes viene a destrabar una situación casi inédita en Sudamérica: las relaciones cortadas y la frontera cerrada entre dos países que hasta entonces, además, tenían un intenso intercambio de población y mercadería.
Caracas y Bogotá tuvieron vínculos tirantes en los últimos años, exacerbados por los cruces constantes de acusaciones entre Álvaro Uribe, primero, y Duque, después, con Maduro, al que siempre llamaron dictador.
Aunque en octubre último Venezuela anunció la "apertura comercial" de su frontera en Táchira, el paso se mantuvo restringido, después de haber sido cerrado en febrero de 2019 tras un intento de ingresar supuesta ayuda humanitaria encabezado por el líder opositor Juan Guaidó, a quien el Gobierno de Duque reconocía como presidente encargado venezolano.
Maduro denunció entonces el hecho como un intento de "invasión" extranjera, rompió relaciones diplomáticas con Bogotá por su reconocimiento a Guaidó y cortó incluso el paso peatonal.
Con las fronteras cerradas, se acrecentó el uso de las llamadas "trochas", los pasos clandestinos en la porosa línea divisoria.
Las conversaciones para encarrilar las relaciones seguramente incluirán el accionar de grupos ilegales que operan en la zona.
La frontera fue, en efecto, escenario de múltiples ataques de grupos armados irregulares contra las fuerzas públicas de los dos países y de secuestro de militares.
Duque acusó en varias ocasiones a Maduro de dar refugio a guerrilleros colombianos y narcotraficantes en su territorio y Maduro replicaba que Bogotá enviaba paramilitares para desestabilizar su gestión. (Télam)
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