El gobierno islamista de Marruecos busca revalidarse en las elecciones legislativas del miercoles

El islamista Partido Justicia y Desarrollos , que gobierna Marruecos desde hace una decada, aunque sin ministerios estrategicos bajo su mando, pone en juego su permanencia en el poder en las elecciones legislativas y locales de pasado mañana.

Mundo 06 de septiembre de 2021 Agencia Télam
El islamista Partido Justicia y Desarrollos (PJD), que gobierna Marruecos desde hace una década, aunque sin ministerios estratégicos bajo su mando, pone en juego su permanencia en el poder en las elecciones legislativas y locales de pasado mañana.
Con estos comicios, el PJD, islamista moderado, aspira a conseguir un tercer mandato consecutivo, con el que se alzó con una victoria electoral histórica en 2011, tras las protestas del "Movimiento del 20 de febrero" -versión marroquí de la Primavera Árabe- que reclamaba el fin de "la corrupción y el despotismo".
Marruecos es el único país de la región donde los islamistas permanecieron en el poder tras las revueltas populares en el mundo árabe, pero las decisiones y las principales orientaciones en los sectores claves siguen las directivas del rey Mohamed VI, consignó la agencia de noticias AFP.
Por primera vez, cerca de 18 millones de marroquíes podrán votar el mismo día para elegir a los 395 diputados de la Cámara de los Representantes y más de 31.000 gobernantes comunales y regionales.
Esta reforma busca aumentar la tasa de participación, que se situó en el 43% en las legislativas de 2016, ganadas por el PJD.
También será la primera vez, desde que se realizaron los primeros comicios en Marruecos en 1960, que la repartición de escaños será calculada a partir del número de electores inscritos y no según los votantes.
Este nuevo cálculo perjudicará a los grandes partidos y beneficiará a las pequeñas formaciones, por lo que el PJD se opuso en soledad a la reforma.
Si obtuviera el mismo resultado que en 2016, el partido islamista conseguiría, según estimaciones, entre 80 y 85 escaños, frente a los 125 de entonces. Si gana de nuevo, esto complicaría la formación de una nueva coalición gubernamental.
La campaña electoral, marcada por la ausencia de grandes mitines debido a la pandemia, ha estado dominada por los enfrentamientos de tres partidos, que se acusan de comprar candidatos y votos: el PJD, y los liberales Unión Nacional de Independientes (RNI) y Partido Autenticidad y Modernidad (PAM).
El PJD denuncia el uso "masivo" de dinero, sin nombrar a ninguna formación.
El número uno del PAM, Abdellatif Ouahbi, acusó por su parte al RNI, dirigido por el empresario Aziz Akhannouch -cercano a la casa real- "de inundar la escena política con dinero". El partido en cuestión rechazó "categóricamente" las acusaciones.
Pero el exjefe de gobierno y secretario general del PJD Abdelilah Benkirán, que continúa teniendo influencia, volvió a la carga el domingo, atacando a Akhannouch en un video publicado en Facebook.
"La presidencia del gobierno necesita una personalidad política íntegra en torno de la cual no haya sospechas", declaró.
Sin sondeos de opinión sobre las intenciones de voto de los electores, las estimaciones de los medios locales también señalan las posibilidades del Partido Istiqlal (oposición).
Sea cual sea el resultado de los comicios, todos los partidos políticos tendrán que adoptar una carta que prevé una "nueva generación de reformas y proyectos", como lo indicó recientemente Mohamed VI en un discurso.
Aunque la nueva Constitución, adoptada en 2011, otorgó ampliar prerrogativas al Parlamento y al Gobierno, en la realidad, las grandes decisiones en los sectores estratégicos como la agricultura, la energía o la industria provienen de las iniciativas del monarca, independientemente de los cambios en el ejecutivo. (Télam)
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