El EPP, una estructura pequeña que se presenta como politica y que las autoridades juzgan criminal

Brazo armado del partido Patria Libre en su origen, con tres de sus fundadores con pasado en un seminario y protagonista permanente de un debate sobre si se trata de una fuerza guerrillera o una simple banda de delincuentes, el Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) constituye una estructura que, aunque se presume pequeña y de accionar limitado, alcanzó para incomodar a cuatro gestiones presidenciales en Paraguay.
Aunque irrumpe con ese nombre en 2008, las autoridades paraguayas –y los medios- registran varias acciones muy anteriores, desde el intento de robo a un banco para financiar los primeros movimientos hasta un secuestro a fines de 2001 que le reportó al grupo, según se cuenta, el primer millón de dólares.
Pero, además, ese operativo que puede considerarse exitoso para la incipiente organización pareció sentar las bases de una industria del secuestro que aún hoy, 20 años después, sigue sirviendo al EPP para hacerse fondos.
Esa mecánica, además, es la que le permite a los sucesivos Gobiernos de Paraguay y a las fuerzas de seguridad atribuirle al EPP un carácter de simple banda armada, con metas delincuenciales, y no político.
Su existencia y actuación en los departamentos más pobres del país, sobre todo en Amambay, San Pedro y Concepción, termina por justificar además la presencia permanente de militares y policías que integran la Fuerza de Tareas Conjuntas (FTC) que, con un generoso presupuesto, creó en 2013 el entonces presidente Horacio Cartes.
Esta FTC es cuestionada por organizaciones campesinas, de labriegos sin tierras y defensoras de los derechos humanos porque sus agentes suelen escudarse en el combate al EPP para ejercer una impune represión estatal en zonas de alta conflictividad por la tenencia de tierras.
El principal ideólogo del grupo, Alcides Oviedo, escribió en la cárcel el "Programa Político del Ejército el Pueblo Paraguayo", en el que sostiene que el EPP se fundó oficialmente con ese nombre el 1 de marzo de 2008, día de aniversario de la muerte del Mariscal Francisco Solano López, el héroe nacional a quien consideran inspiración.
La organización enfrenta la paradoja de que suele pregonar que uno de sus objetivos es un mejor reparto de la propiedad y aún así no consigue hacer pie en el movimiento campesino, que en el país está muy bien organizado.
El EPP mantiene en su poder a varios secuestrados, pero el caso más resonante fue el secuestro y asesinato de Cecilia Cubas, hija del expresidente Raúl Cubas, en 2004.
La joven fue interceptada al llegar a su casa en Fernando de la Mora y, aunque sus familiares pagaron 300.000 dólares por el rescate, la mujer no fue liberada. En febrero de 2005, Cecilia fue hallada muerta, enterrada en un sótano tapiado, en una vivienda de Ñemby.
Por este caso fueron capturados y enjuiciados varios altos dirigentes de Patria Libre, como el entonces secretario general, Osmar Martínez, aunque varios de los acusados siguen prófugos.
Otros dos secuestros con mucho rebote mediático fueron los de los ganaderos Luis Lindstron, en 2008, y Fidel Zavala, en 2009. El primero fue liberado tras el pago de 130.000 dólares y el segundo –ahora senador nacional-, después de la entrega de 550.000 dólares.
Un joven que desertó en 2006 y se entregó a las autoridades contó que en 2004 unos 20 integrantes del EPP fueron entrenados en una zona rural por dos colombianos, presuntos miembros de las FARC.
Los redituables secuestros suelen ser intercalados con ataques a estancias, incendios de maquinaria agrícola y golpes de efecto sobre comisarías o puestos policiales.
Otra forma de “recaudación”, según reportan algunos informes, es el cobro de un “impuesto revolucionario” a terratenientes y ganadores.
Un video que circula en redes muestra a Osvaldo Villalba, supuesto líder, dando detalles de la organización: “El EPP es una organización guerrillera, marxista leninista, nutrido con los idearios de los padres de nuestra patria, José Gaspar Rodríguez de Francia, y el mariscal Francisco Solano López. Es un ejército popular y revolucionario de los pobres, para defenderse de los atropellos y asesinatos, cometidos por los matones de ganaderos, sojeros y las fuerzas represivas del Estado", dice.
En 2014 la organización sufrió una primera división y surgió la Asociación Campesina Armada (ACA) y en 2016 se desprendió otro grupo, que conforma el Ejército del Mariscal López (EML).
El EPP mantiene secuestrados -y se desconoce si con vida- al oficial de Policía Edelio Morínigo, al ganadero Félix Urbieta y al exvicepresidente Óscar Denis. (Télam)