El Consejo de Seguridad de la ONU condena firmemente la violencia de la dictadura en Myanmar

Más de un mes después del golpe de Estado militar en Myanmar y de decenas de muertos por la represión en las calles, el Consejo de Seguridad de la ONU finalmente condenó hoy por unanimidad la violencia contra los manifestantes pacíficos que reclaman el retorno del derrocado gobierno electo, en un texto que no incluye acusaciones de violaciones a los derechos humanos ni menciona posibles sanciones internacionales.
El máximo órgano de decisión de la ONU "condena firmemente la violencia contra manifestantes pacíficos" en la Myanmar (también conocida por su antiguo nombre colonial Birmania) en una declaración aceptada por unanimidad, según fuentes diplomáticas.
La declaración del Consejo de Seguridad -donde dos miembros de los cinco con poder de veto, China y Rusia, consideraban hasta ahora la crisis en Myanmar como un "asunto interno"-, criticó a los militares por primera vez desde el golpe y llamó a las partes a "buscar una solución pacífica" a la crisis provocada por el derrocamiento del gobierno de Aung San Suu Kyi, la Premio Nobel de la Paz de 1991, cuyo lugar de detención se desconoce, según el texto al que accedió la agencia de noticias AFP.
Sin emplear términos como "golpe" ni mencionar posibles sanciones internacionales, como se indicaba en las primeras versiones de la resolución impulsadas por las potencias occidentales, el texto es enérgico contra los militares.
El Consejo de Seguridad "se declara profundamente preocupado por las restricciones impuestas al personal médico, a la sociedad civil, miembros de los sindicatos, periodistas y profesionales de los medios y pide la inmediata liberación de todos los detenidos arbitrariamente", señaló el texto final.
"El Consejo pide a los militares que demuestren la mayor moderación y subraya que sigue de cerca la situación", agregó.
La declaración demandó también que la emisaria de la ONU para la Myanmar, Christine Schraner, viaje hacia allí "lo antes posibles".
Pese a reiterados pedidos, la junta militar, con la cual está en contacto la emisaria, según la ONU, le ha negado hasta la posibilidad de volver a Myanmar.
La resolución de condena del consejo empezó a ser negociada el viernes pasado y fue difícil alcanzar un consenso.
Además de la reticencia expresada por China y Rusia, India y Vietnam, miembros no permanentes del Consejo, también expusieron sus dudas ante la posibilidad de sanciones en los últimos días y propusieron enmiendas al texto propuesto por las potencias occidentales.
Tanto Estados Unidos como la Unión Europea y Reino Unido ya impusieron sanciones contra la junta militar en poder en Myanmar, y hoy Washington sumó medidas similares contra familiares del líder del Gobierno de facto. (Télam)