El chavismo y la oposición negocian en Barbados las condiciones para celebrar en Venezuela elecciones presidenciales a más tardar en un año, revelaron fuentes del diálogo auspiciado por el gobierno de Noruega, cuya reanudación tuvo resultados "bastante auspiciosos" según el presidente Nicolás Maduro.
El mandatario confirmó que los delegados de ambos sectores conversan sobre una agenda de "seis puntos" de los cuales no dio detalles pero aseguró que en ellos "está la visión de todo el país" porque abarcan asuntos "económicos, sociales, culturales, de todo tipo", según el diario El Nacional y la agencia EFE.
No obstante, fuentes de la negociación revelaron que tres de los seis puntos se refieren a la posibilidad de celebrar elecciones presidenciales en un año o menos, con un nuevo Consejo Nacional Electoral (CNE) y con o sin Maduro como candidato, informó el diario digital Al Navío.
En tanto, los otros tres temas son el cese de la Asambla Nacional Constituyente (ANC, integrada solo por chavistas), la reincorporación de los diputados chavistas a la Asamblea Nacional (AN, parlamento con mayoría antichavista) y el levantamiento de las sanciones aplicadas por Estados Unidos y otros países al gobierno venezolano y a quienes comercien con él.
Esos seis puntos fueron pactados durante las dos primeras rondas de conversaciones, celebradas en mayo pasado en Oslo, pero no necesariamente todos ellos formaron parte del encuentro con que ayer se reanudó el diálogo en Bridgetown, la capital de la pequeña isla antillana Barbados, aclararon las fuentes.
El eventual acuerdo sobre una convocatoria a elecciones presidenciales resulta esencial para zanjar el inédito conflicto de poderes en que Venezuela está sumida desde enero pasado, cuando Maduro inició un mandato que no es reconocido por el antichavismo -que, desde su mayoría en la AN, le opuso el gobierno interino de Juan Guaidó- y más de 50 países.
"Todos ven en Maduro el gran obstáculo para la normalización de Venezuela; cualquier alternativa sobre la mesa pasa por ver cómo se remueve este obstáculo", dijo uno de los informantes.
Sin embargo, otras fuentes de ambos sectores coincidieron en que Maduro ya aceptó un "plan B" para el probable caso de que no haya consenso para que pueda postularse nuevamente, y es que el candidato del chavismo sea el actual gobernador del estado Miranda, Héctor Rodríguez.
De 37 años de edad, Rodríguez es el dirigente chavista con mejor imagen según diversas encuestas y por eso Maduro lo incluyó entre sus representantes para el diálogo, junto al ministro de Comunicación e Información, Jorge Rodríguez, y el canciller, Jorge Arreaza.
Los otros puntos, en cambio, se relacionan más directamente con el proceso de transición necesario para poder celebrar elecciones libres y transparentes en un contexto de mayor normalidad institucional.
Por un lado, el antichavismo y sus aliados internacionales reclaman la reestructuración del CNE, al que acusan de haber manipulado procesos electorales anteriores y en el que cuatro de sus cinco directores son chavistas.
Según la Constitución, las autoridades del CNE deben ser designadas por la AN, neutralizada por el chavismo a través de fallos del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y de decisiones de la ANC, que se declaró jerárquicamente superior a todos los poderes públicos y legisla de hecho.
De allí, entonces, que otros dos puntos de la agenda sean el cese de la ANC y la normalización de la AN.
Paralelamente, el levantamiento de las sanciones fue incluido en la agenda a pedido del chavismo, que entiende que de ese modo mejoraría la situación económica del país y, con ello, su competitividad en los próximos comicios presidenciales, según las fuentes. (Télam)