La nueva Constitución de Cuba, que será sometida a consulta a fines de febrero, excluye la aprobación del matrimonio entre personas del mismo sexo, aunque deja abierta esa chance al eliminar la mención a “hombre y mujer” y modificarla por “cónyuges”, lo que preanuncia alguna discusión más sobre el punto.

"El matrimonio es una institución social y jurídica. Es una de las formas de organización de las familias. Se funda en el libre consentimiento y en la igualdad de derechos, obligaciones y capacidad legal de los cónyuges", expone el artículo 82 de la nueva Constitución, cuyo borrador final se conoció este fin de semana.

El concepto de lo que será la unión matrimonial en la isla fue reconocido oficialmente como el más discutido por los cubanos en las asambleas populares que se desarrollaron en el país de agosto a noviembre de 2018 y aunque inicialmente iba a estar contemplado el matrimonio homosexual, la mayoría lo rechazó.

Pero el texto que va a la consulta de febrero, además de reconocer que el matrimonio está formado por "cónyuges", establece que "el Estado reconoce y protege a las familias, cualquiera sea su forma de organización, como célula fundamental de la sociedad y crea las condiciones para garantizar que se favorezca integralmente la consecución de sus fines".

La directora del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex), Mariela Castro, hija del ex presidente Raúl Castro, consideró que con el cambio de redacción "no hay retroceso", porque “la escencia” del artículo 68 anterior “se mantiene”. La redacción anterior de ese punto señalaba que el matrimonio es la "unión entre dos personas con capacidad legal para ello", sin especificar el género.

La nueva Constitución, que actualiza la carta magna de 1976, fue votada hace dos semanas por la Asamblea Nacional y, además de estar ya en sitios digitales oficiales, comenzó a ser vendido impreso.

El nuevo texto no modifica el sistema político de la isla, aunque contiene principios que, de alguna manera, sostienen la controlada apertura económica y las reformas impulsadas por el Raúl Castro durante sus 10 años de presidencia.

Se mantiene al Partido Comunista como "fuerza dirigente superior de la sociedad" y ratifica el comunismo como aspiración, pese a que ese término se había eliminado en el primer borrador de la reforma constitucional, pero sí reconoce a la propiedad privada, habilita la inversión extranjera y establece un límite de dos mandatos presidenciales consecutivos.

El referendo será el 24 de febrero, y la única pregunta será: “¿Ratifica usted la nueva Constitución de la República?".

Para esa compulsa, el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH), de posturas que cuestionan al oficialismo, pidió la presencia de observadores del Parlamento Europeo, la Organización de las Naciones Unidas (U) y la Organización de Estados Americanos (OEA), para que "supervisen el proceso y el régimen (cubano) no tenga vía libre para modificar la voluntad popular".

Un comunicado difundido en Madrid hace el pedido de observadores al titular de la Eurocámara, el italiano Antonio Tajani, y a varios europarlamentarios; al secretario general de la OEA, el uruguayo Luis Almagro, y a la alta comisionada de la U para los derechos humanos, la chilena Michelle Bachelet, reseñó la agencia EFE.

"El proceso de redacción y consulta de la nueva Constitución de la República de Cuba ha sido excluyente, concebido desde y por el Partido Comunista de Cuba, que ha redactado e impuesto su versión de la Ley que regirá el destino de la nación cubana", denuncia el OCDH en esas cartas.

Junto a otras organizaciones de la isla, el OCDH inició la campaña #YoVotoNO en redes sociales. (Télam)