El 85% de los brasileños redujo compras de alimentos a raiz de la inflacion en 2021

El 85% de la población de Brasil redujo en lo que va de 2021 el consumo de al menos un alimento, sobre todo la carne vacuna, en el contexto de una inflación inédita para los niveles de la principal economía latinoamericana, indicó una encuesta del instituto demoscópico Datafolha divulgada hoy.
El 67% de la población, de acuerdo al sondeo divulgado por el diario Folha de Sao Paulo, dejó de comer carne vacuna, 51% anuló de consumo de gaseosas o jugos y 46% descartó lácteos, como leche, quesos y yogures.
Uno de los datos más importantes del sondeo indica que productos básicos de la comida diaria familiar, como el arroz con porotos negros, fueron menos consumidos por entre 30% y 40% de la población mientras el país sufrió la segunda ola de la pandemia de coronavirus, con colapso hospitalario y récord de fallecidos en marzo y abril.
La encuesta realizada en 190 municipios entre el 13 y 16 de este mes indica también que 70% de la población atribuye al gobierno del presidente Jair Bolsonaro la responsabilidad por la inflación y el desempleo, mientras el mandatario acusó a los gobernadores e intendentes de esta situación a raíz de que decretaron cuarentenas para combatir la Covid-19.
El boletín Focus del Banco Central indicó hoy que se espera que la inflación llegue a 8,25% en 2021, contra la meta proyectada por el mismo Banco Central de 3,25%.
La inflación para los más pobres está por encima de 17%, de acuerdo a diversas consultora privadas.
Por ese motivo, el Banco Central, que ganó este año condición de autonomía del Poder Ejecutivo en virtud de una ley sancionada por el Congreso, puede aumentar un punto porcentual la tasa básica de interés, Selic, actualmente en 5,25%.
Según Datafolha, 67% de los que ganan más 2.000 dólares por mes relataron que quitaron algunos productos de la mesa familiar cotidiana, y ese índice sube a 88% cuando responden personas que ganan hasta 400 dólares mensuales.
El gobierno también anunció un aumento de 7% de piso en la tarifa de electricidad debido al accionamiento de centrales térmicas para enfrentar la falta de agua en las centrales hidroeléctricas, afectadas por la mayor sequía en 91 años, sobre todo en la segunda cuenca más grande del país, la del río Paraná, que desemboca en el Río de la Plata.
Brasil espera el mayor índice de inflación desde 2015, cuando en el medio de una crisis política que desembocó en el derrocamiento de la presidenta Dilma Rousseff en juicio político el país entró en recesión con un avance de los precios del índice IPCA de 10,25%. (Télam)