Argelia convocó a elecciones presidenciales para el próximo 18 de abril y el actual mandatario, Abdelaziz Buteflika, volverá a ser candidato por quinta vez consecutiva, a pesar de padecer las secuelas de un derrame cerebral.
"En aplicación del artículo 136 de la Ley Orgánica relativa al régimen electoral, el presidente de la república, Abdelaziz Buteflika, aprobó hoy un decreto presidencial convocando a las autoridades electorales para las elecciones presidenciales que se desarrollarán el 18 de abril de 2019", indicó la Presidencia argelina, según informa la agencia de noticias oficial APS y reproduce la española Europa Press.
Si bien Bouteflika aún tiene que anunciar oficialmente su candidatura, todos los voceros del partido gubernamental de Argelia, el Frente de Liberación Nacional (FLN) anunciaron que se presentará.
El primero de ellos fue Yamel Uld Abbes, secretario general del FLN, quien en octubre de 2018 anunció que Buteflika, de 81 años de edad, sería el candidato para las presidenciales de 2019.
Desde que sufrió un derrame cerebral en 2013 y que lo mantuvo internado 80 días en un hospital de París, Buteflika raramente aparece en público, cuando lo hace es en silla de ruedas empujada por acólitos y sólo viaja al exterior para someterse a tratamientos médicos en Francia y Suiza, lo que suscita dudas sobre su continuidad después de cerca de dos décadas en el poder.
El gobierno argelino no ofrece ningún parte médico sobre su estado de salud que se mantiene bajo el más estricto secreto.
Argelia es un país dirigido por la cúpula militar del FLN, es decir que los militares son los que controlan el Parlamento y los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial.
Buteflika accedió a la Presidencia en 1999 y gestionó los últimos coletazos de la guerra civil iniciada en 1991 cuando el régimen anuló los resultados de unas elecciones en las que los islamistas habían obtenido la victoria en la primera vuelta.
El veterano mandatario desechó en 2008 las reglas constitucionales que limitaban a los presidentes a dos mandatos y ganó una elección disputada el siguiente año con el 90 por ciento de los votos y fue reelegido nuevamente en 2014 con casi el 82 por ciento de los votos en la primera ronda.
Si bien un nuevo mandato sería algo que daría tiempo a la cúpula del FLN y del Ejército, así como de los principales empresarios del país, para organizar una sucesión ordenada, las tensiones sociales han crecido en el país en los últimos años.
Argelia sufre una profunda crisis socio-económica desde que se desplomó el precio del petróleo, ya que el 90 por ciento de sus ingresos provienen de la exportación de hidrocarburos. Además, la empresa estatal de hidrocarburos Sonatrach está denunciada por casos de corrupción de los militares, familiares y amigos.
Todo esto lleva a una situación cada vez más explosiva, ya que más de 8 millones de personas viven con menos de dos dólares diarios. (Télam)