El primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras, consiguió hoy renovar la confianza del Parlamento con el apoyo de la mayoría y se mantendrá en el poder pese a la reciente ruptura de su coalición de gobierno con la derecha ultranacionalista.

Después de dos días de debate, Tsipras obtuvo 151 votos de los 300 diputados y revalidó su gobierno y, en lo inmediato, su histórico acuerdo con Macedonia, que puso fin a una disputa que comenzó en 1991 con la fragmentación de la antigua Yugoslavia.

Syriza, el partido de Tsipras, tiene una bancada de 145 diputados y siempre gobernó en alianza con el grupo de siete legisladores de Griegos Independientes (Anel), una fuerza ultranacionalista y conservadora que poco tiene que ver desde lo programático con las propuestas y valores progresistas del partido del premier.

Syriza y Anel sobrevivieron momentos de mucha tensión, especialmente cuando finalmente acordaron un masivo plan de ajuste con los acreedores externos, pero no pudieron mantenerse unidos cuando el premier decidió poner fin a una disputa de casi 30 años con la ex república yugoslava de Macedonia.

A mediados del año pasado, los máximos líderes de Grecia y Macedonia firmaron un acuerdo para cambiarle el nombre a este último país y el viernes pasado el Parlamento de la ex república yugoslava lo ratificó.

El país pasó a llamarse República de Macedonia del Norte y con esto dio por finalizada la disputa que mantenía desde 1991 con Grecia, que sostenía que Macedonia ya existía y es una región de su territorio.

A cambio, Atenas prometió levantar sus reservas y facilitar el ingreso de Macedonia a la UE y la alianza militar OTAN.

El domingo, el líder de Anel, Panos Kammenos, anunció formalmente su salida del gobierno y Tsipras contestó llamando de inmediato a una moción de confianza en el Parlamento.

"El gobierno pide un voto de confianza para continuar sus esfuerzos; queremos una mayor reducción del desempleo, aumentar el salario mínimo, completar la reforma de la Constitución; este es el trabajo que tenemos por delante", dijo Tsipras al cerrar el debate y antes de pasar a la votación.

Ahora el premier tiene hasta octubre, cuando están programadas las elecciones generales, para mejorar su popularidad, que quedó muy dañada con la firma y ejecución de los planes de ajuste dictados desde Bruselas en los últimos años.

Su primer objetivo, sin embargo, será conseguir que el Parlamento ratifique el acuerdo con Macedonia para que éste entre completamente en vigencia. (Télam)