Por segundo día consecutivo, Israel bombardeó hoy posiciones iraníes en Siria y, en un gesto poco usual, lo anunció formalmente, lo que reavivó su enfrentamiento con Irán y la tensión en general en Medio Oriente ya que cuatro de los 11 muertos eran soldados sirios, según denunció Rusia, el mayor aliado del gobierno de Bashar al Assad.
"Operamos tanto contra Irán como contra las fuerzas sirias que permiten la agresión iraní. Golpearemos a cualquiera que intente dañarnos. Quien amenaza con eliminarnos asumirá toda la responsabilidad", advirtió el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, citado por The Jerusalem Post.
"Tenemos una política permanente: atacar el atrincheramiento iraní en Siria y herir a quienquiera que intente lastimarnos. Esta política no cambia. Esta política es permanente", agregó, en un gesto poco común ya que el Estado israelí no suele informar o confirmar sus ataques militares.
Irán es un importante aliado del gobierno sirio y en los últimos años, ante el repliegue de las milicias rebeldes y de potencias extranjeras como Estados Unidos y sus socios europeos, ha logrado ampliar su presencia en el devastado pero estratégico país árabe.
Ayer Siria y Rusia habían acusado a Israel de haber atacado sin éxito el aeropuerto internacional de Damasco -donde Netanyahu ya ha denunciado que existen presuntas posiciones iraníes- y, poco después, el gobierno israelí informó que había derribado un proyectil en la zona ocupada de los Altos del Golán, fronteriza con Siria.
Según Israel, los bombardeos de hoy fueron lanzados contra "centros de almacenamiento de municiones y un puesto ubicado en el aeropuerto internacional de Damasco", así como "un puesto de inteligencia y un campo militar de entrenamiento" iraníes.
Las fuerzas sirias respondieron al ataque israelí con "decenas de misiles tierra-aire", que llevaron al Ejército a bombardear también baterías de defensa antiaérea sirias, según la versión israelí, citada por la agencia de noticias EFE.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, una organización cercana a la oposición siria con sede en Londres, informó que hubo once víctimas fatales.
En otro gesto inusual que marcó la jornada, el gobierno ruso no esperó que sus aliados sirios dieran el parte de víctimas y, además, destacó que entre los muertos había cuatro miembros de las fuerzas de seguridad sirias, según un comunicado del Ministerio de Defensa en Moscú.
Irán y Rusia son aliados del gobierno sirio de Al Assad, pero analistas internacionales consideran que también rivalizan sobre quién será la potencia extranjera con mayor influencia en el país una vez que la guerra termine y la reconstrucción comience.
Por eso, el gobierno de Vladimir Putin no suele reaccionar con fuerza cuando Israel ataca sólo a ciudadanos o posiciones iraníes. Hoy fue distinto.
La tensión viene escalando en la región hace semanas.
El pasado 17 de enero, el comandante en jefe de los Guardianes de la Revolución iraníes, el general Mohamad Ali Yafarí, aseguró que Irán mantendrá su presencia militar en Siria y advirtió a Israel que su territorio está al alcance de los misiles iraníes.
En Teherán, horas después de los bombardeos, el jefe de Estado Mayor de la Fuerza Aérea de Irán, general de Brigada Azia Nasirzadé, reiteró esa amenaza y advirtió que sus efectivos están "impacientes" por combatir y "destruir a Israel".
"Los jóvenes de la Fuerza Aérea están completamente listos e impacientes por enfrentarse al régimen sionista (Israel) y eliminarlo de la Tierra", aseguró Nasirzadé.
Los bombardeos de hoy representan la peor escalada de tensión en el país desde que en mayo pasado el Ejército israelí atacó más de 70 veces contra objetivos iraníes en Siria y mató a 27 personas como represalia al lanzamiento de 20 cohetes desde el sur de Damasco contra los Altos del Golán, uno de los territorios que Israel ocupa desde 1967.
La guerra en Siria comenzó en 2011 cuando la represión masiva de protestas antigubernamentales desató una importante deserción en las fuerzas de seguridad y la creación de milicias rebeldes, que con el tiempo sumaron aliados internacionales.
Ocho años y más de medio millón de muertos después, en Siria se pelea una guerra que incluye a las principales potencias del mundo y de la región, y que devastó a la población, la infraestructura y algunas de las ciudades más importantes del país. (Télam)